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Devoralibros

Suspense y misterio en el desierto

Paul Pen demuestra su talento para el thriller psicológico en la tensa "La casa entre los cactus"

Plaza & Janés, 18,90 euros, 360 páginas

Se llama Paul Pen. Es español. Escribe. Y vende mucho: 150.000 ejemplares de su segunda novela ( El brillo de las luciérnagas) en Estados Unidos. Palabras mayores. De padre holandés y madre mexicana, vivió casi toda su vida en Madrid. Ahora lo hace en Alicante. Con La casa entre los cactus demuestra su habilidad para mantener en vilo al lector con un thriller psicológico en el que el misterio y el suspense se engarzan con un drama familiar de imprevisibles consecuencias.

La tensión está servida.

¿Qué le espera al lector que entre en La casa entre los cactus? Paul Pen lo resume en pocas pero elocuentes palabras: "Le espera una familia formada por un matrimonio y cinco hijas con nombres de flor. Parecen felices en su idílica convivencia, pero quizá no todo sea como parece. De hecho, al matrimonio no le gusta nada recibir visitas, así que el lector deberá andarse con cuidado..."

Sí, es Pen uno de esos autores que disfrutan poniendo a sus lectores en aprietos, que no tengan nada claro, que sientan un escalofrío de vez en cuando. Que pasen las páginas sin tener nada claro. ¿Cuáles son sus armas preferidas para conseguirlo? "Me gusta inquietar sutilmente, con pequeños detalles que van llamando la atención y van deformando la aparente normalidad. O demostrando que la gente buena no siempre lo es porque a veces se hacen cosas terribles por proteger lo que uno más quiere".

Hay un elemento muy importante en la forma en la que el autor afronta sus propuestas narrativas: el escenario natural: "Suelo utilizar el escenario de mis novelas como un personaje más que marca la trama casi por completo. En El brillo de las luciérnagas era un sótano el que atrapaba literalmente a los personajes. En La casa entre los cactus es un inmenso desierto el que mantiene igual de atrapados a los protagonistas, por muy abierto que sea el espacio. También uso los paisajes como creadores de estado de ánimo: la sombra lunar de un enorme cactus es toda una invitación al misterio".

Podría pensarse que una buena novela de suspense tiene algo de cactus, inofensiva por fuera pero que pincha cuando te acercas. "Totalmente. Y yo espero que mis historias pinchen mucho, que incluso hieran y hagan sangrar al que las lea". En la novela el paso de las niñas a la adolescencia es una historia de suspense para muchos padres. Sin embargo... "La adolescencia es una época única e irrepetible que tiene muy mala prensa pero que a mí me parece mágica. Es como un segundo nacimiento, pasar de niño a adulto. Si los padres tratan con máximo cuidado y respeto los primeros años de vida de sus hijos, lo mismo debería hacerse con los años de adolescencia".

La irrupción de un extraño en el paraíso aparantemente idílico de la familia tiene un objetivo claro: "El extraño viene a demostrar que, por mucho que trates de aislarte en una burbuja, siempre la vida real, la verdad, logrará infiltrarse en ella".

Saber que su novela será llevada al cine con casi toda probabilidad no influye al abordarla: "Desde mi primera novela, mi forma de escribir es bastante visual, es algo que me sale completamente natural, sin pensarlo. Además, en la versión cinematográfica siempre pueden hacer los cambios que consideren".

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