Con Jorge Javier Vázquez en primer término y un primer plano de Carlota en la pantalla gigante de detrás, así empezó la novena gala "Gran Hermano Revolution". El programa llevaba en el ojo del huracán desde que el sábado pasado comunicase la expulsión de José María por "conducta intolerable" y dejase aislada fuera de la casa a Carlota, supuesta víctima de abuso sexual por parte del concursante murciano, con quien mantenía una relación dentro del programa. Con esta noticia y las especulaciones que surgieron después, "Gran Hermano" llevaba días pidiendo respeto a "la intimidad de los afectados", aunque ahora parece que lo hacía para poder explotar el asunto en exclusiva.

"Carlota ya está de nuevo en la casa", estas fueron las primeras palabras de Jorge Javier para dar paso al primer bloque del programa, dedicado en exclusiva al tema del presunto abuso sexual. Sin duda, la gala más polémica y bochornosa de cuantas hayamos visto, y ya llevamos unas cuantas... Conscientes del interés mediático que despertaba la noticia, el programa no se limitó a dejar que la presunta víctima volviese al concurso, no, mostró un vídeo en el que ella misma explicaba lo ocurrido a cámara y emitió las imágenes en las que se reencontraba con sus compañeros y les daba la noticia.

Entre sus explicaciones, la joven narró que se encontraba "inconsciente" cuanto ocurrió "un hecho grave y desagradable contra mi persona", del que tuvo conocimiento cuando el programa decidió mostrarle las imágenes. Desde ese momento, según contó ella misma, rompió la relación con el joven, pero decidió no interponer una denuncia por los sentimientos que les habían unido. Explicó además, ante el desconcierto general de la audiencia, que volvía a la casa porque en su "ADN no estaba renunciar" y que "Gran Hermano" era el sueño de su vida. Todo bastante inexplicable la verdad... Más de 20 minutos de monográfico en los que Jorge Javier llegó entrevistar en plató a la madre de la presunta víctima para conocer su opinión.

La estrategia funcionó, todo hay que decirlo. El programa, en sus horas mas bajas, subió más de 3 puntos y lideró la noche del jueves ante la indignación de la mayoría. Las redes sociales echaron humo durante toda la gala, en la mayor parte de los casos, para rechazar la decisión del programa de tratar un supuesto abuso sexual como un tema más del reality show. Tras una semana de comunicados escuetos y informaciones a medias, toca preguntarse ¿vale todo por la audiencia?