La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Bendita Rutina", humor sin colorante

La ilustradora María Luisa Sánchez-Ocaña, que triunfa en las redes con sus viñetas, presenta el primer libro de su personaje, una mujer de 40 años que pelea con el día a día

"Bendita Rutina", humor sin colorante

La agenda de María Luisa Sánchez-Ocaña (Madrid, 1974) está echando humo. Acaba de presentar su primer libro, "Bendita Rutina", un recopilatorio de sus mejores viñetas protagonizadas por su personaje estrella o "alter ego", Bendita. Una mujer de clase media, madre de tres hijos, con los 40 recién cumplidos y con los mismos problemas que cualquier hijo de vecino. Pero es precisamente esa normalidad la que ha conquistado a la audiencia y la que hace que Sánchez-Ocaña tenga que hacer más malabares de los habituales para compaginar su trabajo, las presentaciones y entrevistas, su vida familiar y el deporte. "Llevo años corriendo, pero éste he hecho mi primera maratón en Barcelona. Me encanta", afirma la ilustradora, asturiana de adopción, ya que sus padres son los dos de la región. "Y yo he veraneado en Tapia toda la vida", puntualiza.

Licenciada en Bellas Artes, su carrera está ligada desde el principio al mundo editorial. "Estuve diez años trabajando como editora en Hachette, pero mi hija pequeña estaba enferma y tuve que dejarlo". Así, la autora de la escultura "La guisandera" de la calle Gascona de Oviedo decidió crear su propio negocio desde casa. "Creé una página web, que la sigo teniendo, de ilustraciones personalizadas. También he hecho ilustraciones para diferentes revistas. Pero hace dos años sentí que necesitaba empezar a dibujar lo que me salía directamente de la mano, la cabeza y el corazón". Sin intermediarios. Sin encargos. Y fue así como nació Bendita. "Yo dibujo muy rápido, con trazos ágiles y expresivos. Y por eso Bendita es así. No es un dibujo muy cuidado y perfeccionado, es como si fuera una caricatura mía. Tiene el pelo rizado, la nariz grande? y las cosas que le pasan son cosas que me pasan a mí o a mi alrededor, porque mi rutina es mi fuente de inspiración", afirma.

En el año 2015 vio la luz el blog y abrió la cuenta de Instagram (@benditarrutina), en la que ya cuenta con casi 10.000 seguidores. "Me autoimpuse subir dos viñetas a la semana. Era como una vía de escape del trabajo más tedioso que tengo que hacer y una manera de tener la cabeza activa". Sus primeros "me gusta" fueron de amigos, familiares y conocidos. Pero pronto, gracias a otra asturiana, la periodista Cristina Mitre, Sánchez-Ocaña empezó a publicar las historias de Bendita en la web de una revista de deporte femenina y su fama se disparó. "Creo que la gente se identifica con ella porque siempre busca el punto de buen rollo. Bendita nunca habla de política, ni de fútbol, ni de religión. Es un humor blanco. No busco ser crítica, ni ácida, ni quejarme de problemas a través de las viñetas. Es simplemente reírnos de situaciones que todas vivimos a diario y con las que conectamos enseguida".

En plena explosión de la ilustración, sobre todo de mujeres que se dedican a esa profesión a través de las redes sociales o en proyectos editoriales, dice que encontró su hueco porque "soy más vieja que todas ellas, nada reivindicativa, tengo hijos? Mi lectora es otra. Mi target es una mujer de 40, y no había ilustración que hablara de nosotras, de esta edad". ¿Le han criticado alguna vez por no opinar ni emitir nunca un juicio de valor? "Sólo han criticado dos veces a Bendita, porque decían que no reflejaba la realidad de lo que hablaban las mujeres. Pero es que no se entendió. Bendita es ultraclásica, está casada desde hace 15 años con el mismo señor, trabaja en una oficina, tiene tres hijos, pero también mucha vida social, amigos... es muy neutra. No es machista ni feminista, pero ha heredado de las generaciones anteriores el papel de mamá cocina, como muchas de mi generación. No hay ninguna intencionalidad ahí de nada. Lo que pasa es que ahora las redes sociales dan un permiso para criticar todo a lo bestia, con sentido y sin sentido".

Pero son precisamente las redes sociales las que han hecho posible la existencia de Bendita. Y Sánchez-Ocaña lo sabe. "Instagram es mi herramienta fundamental. Me permite contar una historia en un golpe de vista, que es justo lo que hago. Y aunque ahora con el libro todo el mundo me dice que le encanta y es un recopilatorio estupendo, a mí me encantaría poder hacer 'Benditas' remuneradas en algún medio online o de papel. Pero la cosa está fatal". Aunque no se da por vencida. "Seguiré con mi trabajo, con mis 'Benditas' y ¿por qué no otro libro? El embarazo de Bendita, Bendita y el deporte? tiene una vida infinita", dice entre risas. De momento, lo que sí es seguro es que sus viñetas nos seguirán recordando que la rutina es la mejor fuente de sonrisas.

Compartir el artículo

stats