Una fosa común en la penumbra y sonidos de picos y palas removiendo la tierra. La capilla del Museo Barjola, en Gijón, ofrece un viaje hasta el cementerio de Bañugues (Gozón), donde el pasado mayo se halló uno de los cuerpos de "Les Candases", las siete mujeres fusiladas y arrojadas por el Cabo Peñas el 2 de junio de 1938.

El artista plástico avilesino Carlos Suárez fue testigo de esa exhumación: "Experimenté una sensación muy especial, que me impactó; la historia fluyó de la tierra". Y es ese sentimiento el que protagoniza la obra "Cita con la historia", que expone el ganador de la primera edición del premio "Museo Barjola" hasta el 25 de febrero en Gijón.

La muestra consta de tres piezas: la física, con la reconstrucción de la fosa común; la sonora, con sonidos de las excavaciones, y la documental, con dos fotografías del momento de las exhumaciones. Suárez explica que el objetivo "es generar, a través de las emociones y el silencio, una reflexión de cómo una historia primero se oculta y luego se recupera". Se refiere a "Les Candases", tres de ellas enterradas en el cementerio de Bañugues tras devolver el mar sus cadáveres a la orilla. El forense Francisco Etxeberria encontró los restos de Rosaura Muñiz González, de 58 años, casada y con seis hijos en el momento de morir. Carlos Suárez siguió durante tres días las labores de búsqueda, en las que le llamó la atención, sobre todo, el silencio.

El avilesino entiende las propuestas artísticas como "un proceso de investigación" y cree que es "necesario tocar desde el punto de vista artístico la memoria histórica". No es una línea nueva dentro de su trayectoria profesional, Suárez lleva cinco años estudiando el pasado. Empezó con una tesis doctoral sobre "Desplazamiento, memoria e identidad" y continuó con la exposición sobre "El vaciado de la huelga belga" en el Museo de Bellas Artes de Asturias. "Cita con la historia" es una evolución más dentro de esta temática. El catálogo de la obra, que realizará Marco Recuero, aspira a convertirse en "un libro" más que en un folleto sobre la exposición. "Es una pieza más, porque contextualiza la muestra e incorpora toda la información recabada", destaca Suárez, que ,además de su faceta artística, desarrolló una labor documental gracias a la colaboración de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Asturias.

A Carlos Suárez le gusta "trabajar con otra gente para enriquecer la obra". Y así lo hizo también con la ambientación sonora, realizada por Juanjo Palacios. "Quise dejar a un lado el testimonio oral y centrarme en el paisaje sonoro, de tal forma que fomente la imaginación del visitante", cuenta.