Ángel González expresó en el testamento su voluntad de que se creara una fundación en Oviedo para preservar su legado moral y literario. Susana Rivera, su viuda y heredera universal, debería presidirla y designó como patronos a su amigo de la infancia Manolo Lombardero, al poeta y también amigo Luis García Montero y a su abogado Antonio Masip. En el verano de 2009, los cuatro celebraron dos reuniones para echarla a andar; en febrero de 2010, los tres patronos presentaron su dimisión afirmando en un comunicado que no entendían la "incomprensible y errática" actitud de Susana Rivera. Ella los acusó de tener "interés material" en el proyecto y de no poner esfuerzo y trabajo. Una de las incomprensibles causas de la ruptura fue la decisión de Lombardero de donar a la futura institución su biblioteca de poesía hispánica, casi siete mil volúmenes, siempre que se garantizara su uso y cuidado. La biblioteca, ubicada en su casa de Esplugues de Llobregat, ocupaba un edificio anexo en el que siempre se quedaba Ángel González cuando visitaba a su amigo. Allí pasó el poeta su ultima Nochebuena. Su viuda consideró que esta donación adquiría más protagonismo que la propia fundación. Este enfrentamiento y la actitud poco entusiasta del Gobierno de Asturias -presidido entonces por el socialista Vicente Álvarez Areces- y del Ayuntamiento de Oviedo, con Gabino de Lorenzo (PP) en la Alcaldía, enterraron en el olvido el deseo del poeta.

Susana Rivera, animada por su amiga Lola Lucio, viuda de Juan Benito Argüelles -ambos, creadores de la asociación Tribuna Ciudadana y amigos de la pareja-, decidió entonces apoyar la iniciativa de la Universidad de Oviedo de crear una Cátedra Ángel González, con una doble vertiente: divulgar la obra del poeta y de sus contemporáneos e impulsar la investigación de la misma. La cátedra, dirigida por Araceli Iravedra, profesora de Literatura de la Universidad de Oviedo y especialista en poesía contemporánea, ha realizado desde marzo de 2013, fecha en la que se inicia su andadura, numerosas actividades. Entre las primeras, además de las conferencias y mesas redondas, siempre de carácter divulgativo, destacan la proyección de documentales sobre la vida y la obra de algunos poetas -Susana Rivera presentó el de Ángel González-; el estreno de una obra de teatro basada en algunos de sus poemas, puesta en escena por el grupo de teatro de la Universidad, que dirige Etelvino Vázquez, y que se vio también en casas de cultura y ayuntamientos asturianos, y el concierto "Entre el amor y la sombra" de Pablo Moro y Alfredo Rodríguez, con texto narrativo de Pablo Texón, cuyo disco se presentará el próximo mes de febrero.

En lo que respecta al área académica, la cátedra edita la revista "Prosemas", de periodicidad anual, y convoca el premio internacional de investigación literaria "Ángel González", que galardona trabajos de investigación inéditos sobre cualquier aspecto de su obra o de la poesía hispánica de los siglos XX y XXI, y está dotado con la edición del estudio, con garantías de difusión, y 6.000 euros.

Financiada por la Universidad a través del Vicerrectorado de Extensión Universitaria, la cátedra cuenta también con el patrocinio de la Consejería de Educación y Cultura y de la Fundación Banco Sabadell. "La cátedra es la mejor solución porque depende de una institución seria y tanto Araceli Iravedra como Leopoldo Sánchez Torre y Vicente Domínguez han logrado lo que los patronos de la fundación ni siquiera intentaron conseguir, financiación para una actividad constante que divulgue la obra de Ángel González", afirma Susana Rivera.

En este momento se trabaja en la organización de un congreso internacional, que se celebrará el próximo mes de mayo y que contará con un "importante" apoyo financiero del Ayuntamiento de Oviedo, según declaró el pasado miércoles el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos. "Confío en que este apoyo sea el principio de una futura y continuada colaboración", afirma la profesora Iravedra.

La obra de Ángel González continúa interesando y generando investigaciones tanto en España como en Estados Unidos, países hispanoamericanos, Francia e Italia. "Se le considera ya un clásico contemporáneo, un autor de los más relevantes de la poesía española del siglo XX", señala Araceli Iravedra.