Imágenes tomadas por acreditados fotógrafos (del piloñés Modesto Montoto al gijonés Laureano Vinck) que cuentan la historia cotidiana del Principado desde 1919 a 1961, fechas entre las que transcurre la vida editorial de la revista habanera "El Progreso de Asturias". Y fotos que son confirmación del intenso y mantenido interés de los emigrantes asturianos en Cuba por los asuntos y cosas de su tierra. Este impresionante fondo de 5.405 documentos, cuya adquisición acaba de completar el Muséu del Pueblu d'Asturies, bien podría titularse "Vistas de la tierrina desde La Habana", o algo parecido. Es la prueba del poderoso imaginario sentimental sobre las propias raíces que alimentaba la amplia colonia astur-cubana.

El Muséu del Pueblu d'Asturies ha ido ampliando este archivo de "El Progreso de Asturias", revista que fundó el boalés de Villanueva Celestino Álvarez González (1881-1957), a lo largo de la última década. Las instalaciones gijonesas, referencia de la red de museos etnográficos del Principado, acaba de añadir a su relevante fototeca un último lote de 1.682 fotos. Esta incorporación documental ha sido posible por la donación realizada por un mecenas madrileño. Y la ha hecho en nombre de su tatarabuelo, Francisco González Fernández, un naviego de La Cruz de Paderne que llegó a Madrid hacia 1870, "descalzo y con las alpargatas colgadas al hombro". Los vínculos de la emigración con el solar local.

Desde el citado museo se explicó ayer que esta colección "incrementa considerablemente los fondos relacionados con la emigración de asturianos a Cuba". Y más: "Ofrecen imágenes poco habituales de Asturias y responden a los intereses que tenían los emigrantes por su tierra". Muchos de aquellos emigrantes sostuvieron el amor por Asturias pese a la distancia y los sinsabores de la vida: aportaron el dinero para escuelas, carreteras, aljibes...

Este archivo de "El Progreso de Asturias", cuyo repertorio gráfico se nutría del trabajo de corresponsales que conocían muy bien las comarcas del Principado, incluye retratos de grupos, paisajes y pueblos, celebraciones, cosechas o trabajos de modernización de las infraestructuras locales. Y hay también una muy interesante panoplia de imágenes que muestran las agrupaciones y sociedades de los emigrantes en Cuba, incluido el muy poderoso Centro Asturiano de La Habana. Documentos que se suman a una colección casi completa de una revista que se publicó durante más de cuatro décadas.