El escritor barcelonés Juan Goytisolo ha manifestado este miércoles en la presentación de la reedición de su debut narrativo hace 60 años Las afueras (Anagrama) -Premio Biblioteca Breve 1958-: "Espero que siga existiendo una afición a los libros y que no acabe".

En rueda de prensa, ha explicado que en el siglo pasado se decía que el cine iba a acabar con la novela, y no ha sido así, sino que más bien "antes se va a acabar el cine", de modo que ha deseado que exista una prolongada afición a la lectura.

Ha descrito esta novela de debut como un ensayo de su narrativa y un inicio del camino, y ha dicho que su vocación era construir un conjunto de nueve capítulos, con una idea global que hiciera que "el lector fuera parte del producto final".

De los nueve capítulos que se planteó inicialmente, fueron siete los publicados, ya que uno no le gustó como le quedó y otro, 'Claudia', lo publicó Destino aparte, ha detallado.

Ha dicho que en aquella época la recepción de la novela fue desigual aunque en general buena, y pese a que muchos insistían en que era una novela social, él "jamás" tuvo esa idea.

"Me parecía una obra sobrepasada. No sabía lo que buscaba, lo que buscaba, lo comprendí con 'Antagonía'" -integrada por cuatro volúmenes-, ha dicho sobre esta novela protagonizada por personajes aparentemente inconexos, pero unidos por espacio y tiempo.

Ha recordado la "confusión" que se generó al principio, ya que muchos pensaron que era un libro de relatos y no una novela, y ha agregado que en 'Antangonía' encontró más su propio estilo.

"Es una obra que he marginado en la medida en que inicialmente no me satisfizo del todo", ha confesado el autor, que quería que la novela fuera una composición, con aportaciones del lector.

Ha dicho que no sabía que iba a tardar 17 años en alumbrar al completo 'Antagonía', y aunque era partidario de publicar las cuarto partes en un solo libro, se publicaron según se fueron escribiendo, lo que creó confusión sobre si eran relatos: "Es una sola novela".

Tras releer su texto de debut, 'Las afueras', para la reedición, ha destacado la sobriedad de sus páginas, "ajenas al paso del tiempo", y el descubrimiento del papel del subconsciente y de temas de los que no había sido consciente de escribir.

"Me llamó la atención los niños que salen en toda la novela", ha destacado, diciendo que siempre son niños de mucho cuidado, quizás por unos pensamientos más perversos de lo que él era consciente entonces.

Sobre estos niños, mayoritariamente malos, ha recordado niños de su infancia que le molestaban y que destruían nidos de golondrinas, aunque ha rememorado que él también había entrado en alguna casa deshabitada y se había enfrentado a algún galgo: "Quizás en el libro cargaba tintas con esos niños tan raros".

De los hermanos Goytisolo, ha dicho que eran tres puntos cardinales: "Ni Juan ni yo nos contábamos lo que escribíamos. José Agustín era más mayor, y se enteró de la escritura de la novela por el premio", ha recordado.

Ha señalado que "nunca hubo celos ni conflictos" entre los hermanos por la escritura, y ha subrayado que todos empezaron muy temprano, en su caso a los seis o siete años dibujando, incluso entonces pensaba que le podría gustar más dibujar que escribir porque su primera obra fue un cómic.

A los 13 empezó con la poesía y después a los 14 lo dejó y se estrenó con los relatos, y se lo pasó al entonces crítico Josep Maria Castellet, al quien le gustaron sus relatos; además, ha destacado que tuvo "maestros" como Ernest Hemingway y Cesare Pavese.

Sobre el futuro, ha dicho que "tal vez" escriba algún relato, al estilo de 'Coincidencias', pero no una novela larga, ha detallado.