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Los 18.000 euros al día de gastos de los primeros meses de la Laboral lastran su supervivencia

La entidad, que derrochó cinco millones de euros de marzo a diciembre de 2007, lleva a cabo fuertes ajustes para asumir una deuda de 1,7 millones

Vicente Álvarez Areces, en el centro, en la inauguración de la muestra "Imagina: una mirada matemática", en Laboral Centro de Arte, en 2011. ÁNGEL GONZÁLEZ

Laboral, el flamante Centro de Arte y Creación Industrial impulsado por el gobierno del socialista Vicente Álvarez Areces, nació hipotecado. En sus primeros nueve meses de actividad, de marzo a diciembre de 2007, el centro gastó más de cinco millones de euros. Un ritmo de gasto superior a los 18.000 euros al día y que llevó a la fundación, que recibía más de tres millones y medio en ayudas públicas y privadas, a cerrar ese primer ejercicio con un descubierto de 1,5 millones de euros. La situación se subsanó con la petición de tres préstamos al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio por un valor conjunto de tres millones de euros para desarrollar el programa inaugural. Pero esa decisión se ha convertido a la larga en el principal lastre económico de una entidad cuya supervivencia está en el aire, con una deuda estimada en la actualidad por encima del millón y medio de euros y que el año pasado tuvo que cerrar sus puertas tres meses para limitar gastos.

La contabilidad de los primeros años de Laboral, a la que ha tenido acceso este periódico, ofrece un retrato minucioso de la gestión de un centro ambicioso y para el que se fichó como directora artística, ya en 2006, a la gijonesa Rosina Gómez-Baeza, que venía de dirigir la feria internacional de arte ARCO.

Laboral abrió sus puertas el 30 de marzo de 2007. Para afrontar sus primeros meses de actividad, Laboral contaba con cuantiosas subvenciones del Principado, que ese primer año otorgó al centro una ayuda de 1.825.000 euros, y del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que destinó 450.000 euros para ese programa inaugural. Una cifra a la que hay que sumar otros 827.252 euros donados por sus patronos privados. Pero Laboral solicitó además a ese mismo ministerio, a través del "Plan Avanza" -orientado a "conseguir la adecuada utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)"-, tres préstamos adicionales.

En concreto, Laboral recibió un crédito de 2.217.338,99 euros para su programa inaugural; otro de 646.541,18 euros para "Labmóvil" ("proyecto multiplataforma que utiliza el móvil como el principal medio de trabajo", según se indica en la web del centro), y 139.396,04 euros para "Labmeipi" ("proyecto de investigación, simposio y producción de una Cartografía Táctica Digital Colaborativa para Asturias", según recoge el Boletín Oficial del Estado). Además de estas cantidades, que el centro debía devolver en 15 años (un plazo que vence en 2022 para el préstamo al programa inaugural y en 2023 para los otros dos), el ministerio entregó una subvención de 1.126.140,29 euros al centro para abonar los intereses bancarios (del 3,99%) asociados a esos créditos. En total, Laboral ingresó 4.129.416,50 euros del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Fue en 2008 cuando Laboral pudo disponer de esos fondos. A finales de año, la presidencia de la Fundación cambió de manos: Jesús Manuel Hevia-Aza, que representaba a Sedes en el Patronato, cedió el asiento a la Consejera de Cultura, Mercedes Álvarez.

Con esa inyección de dinero, sumada a las aportaciones del Principado (1,6 millones) y de los patronos privados (915.394 euros en 2008), el centro lanzó un programa inaugural que, según precisa la web de Laboral, englobó cuatro grandes exposiciones: "Feedback" (comisariada por Charlie Gere, Christiane Paul y Jemima Rellie y centrada en las nuevas creaciones artísticas vinculadas a la tecnología), "Gameworld" (sobre la influencia de los videojuegos, comisariada por Carl Goodman), "Ciberespacios" (desarrollada a raíz de una convocatoria vía internet, dirigida a artistas de todo el mundo, para reunir trabajos de creación digital), y "Extensiones-Anclajes" (exposición con artistas asturianos, con vocación panorámica y varias sedes por toda Asturias, comisariada por Francisco Crabifosse).

Esta actividad expositiva se deja notar en las cuentas de Laboral: si en 2007 los gastos del centro alcanzaron los 5.036.952. 83 euros, en 2008 se elevaron hasta 3.612.496,75 euros. En suma, el centro de arte gijonés gastó más de 8,6 millones en sus primeros 21 meses de actividad. La etapa de Mercedes Álvarez y Rosina Gómez-Baeza en Laboral terminaría abruptamente en 2011, con la llegada de Foro Asturias al gobierno del Principado. Tras el efímero gobierno de Francisco Álvarez-Cascos, la presidencia de la Fundación Laboral retornó a manos socialistas, esta vez en la figura de Ana González. Pero el escenario había cambiado considerablemente. El 1.600.000 euros de subvención que el gobierno de Álvarez Areces destinaba al centro se redujo a la mitad, y las aportaciones privadas pasaron de superar holgadamente los 800.000 euros a 184.115,60 euros en 2012. En la actualidad, esas donaciones son son muy reducidas.

Mientras las aportaciones se reducían, las deudas crecían. A finales de 2011 el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio reclamó el reintegro parcial e inmediato del préstamo para desarrollar Labmóvil, "por no haber justificado la totalidad de los importes para los cuales se solicitó el préstamo". Laboral tuvo que devolver en febrero de 2012, de golpe, 255.282,46 euros, abonando además otros 38.150,79 de intereses de demora. Una cantidad independiente del pago de la letra anual del préstamo, que entonces se situaba en 303.617,03 euros.

El centro volvió a contraer una nueva deuda en 2015, en este caso derivada de los impagos por gastos y suministros a la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural de Asturias (Recrea), que reclamaba 411.861,88 euros. Se acordó un pago en diez años lo que, unido al cantidad que aún se adeudaba al Gobierno Central y a otras deudas de menor cuantía, dejaba al cierre de ese ejercicio la deuda global de la entidad en 2.401.876,27 euros.

La situación actual del centro de arte es muy grave. Entre 2016 y 2017, el despido de siete falsos autónomos costó al centro 250.120 euros, entre las indemnizaciones a los trabajadores y una cuantiosa multa impuesta por la Seguridad Social. Con la aportación del Principado reducida a 600.000 euros y las donaciones bajo mínimos, la entidad no podía asumir el pago de sus deudas, entre ellas, según informó este periódico el pasado 30 de octubre, la contraída con el antiguo Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que en 2016 quedó sin pagar y para la que en 2017 se solicitó un aplazamiento que fue rechazado.

A falta de datos oficiales, la deuda actual de Laboral Centro de Arte se estima en torno a 1,7 millones de euros. Y el grueso de esa cantidad corresponde, aún hoy, al préstamo solicitado para el programa inaugural.

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