Tiger, una de las distribuidoras de juguetes y de pequeños electrodomésticos y aparatos para el hogar, acaba de retirar del mercado dos pollitos con cuerda que, según la Agencia Española de Consumo, suponían un riesgo para los más pequeños.

Al parecer, y según se recoge en una resolución de la propia agencia, los pollitos (también había modelos de otros animales con los mismos problemas) contenían piezas pequeñas que podían ser ingeridas por los niños con el consiguiente riesgo de asfixia.

Se ha prohibido la importación de estos productos que ya no se podrán comercializar en España.