Los dioses del Prado ya están en el Museo de Bellas Artes de Asturias. La gran pinacoteca asturiana inaugura este jueves, 15 de marzo, a las 19.00 horas en la planta -1 de la Ampliación la muestra "Arte y Mito. Los dioses del Prado". Una espectacular exposición organizada por el Museo Nacional del Prado y la Obra Social La Caixa que recorre las representaciones de la mitología clásica a través de la historia del arte, y que permanecerá expuesta en el museo asturiano durante tres meses.

La muestra reúne más de medio centenar de obras procedentes del Museo del Prado y realizadas en el arco temporal que va desde mediados del siglo I hasta finales del siglo XIX. Autores como Pedro Pablo Rubens, José de Ribera "Lo Spagnoletto", Michel-Ange Houasse, Juan Bautista Martínez del Mazo, Pieter Brueghel "el Joven", Jan Carel van Eyck, Eugenio Cajés, Francisco de Zurbarán o Corrado Giaquinto, además de una importante cantidad de piezas escultóricas de época romana, están representados en una gran exposición que plantea ocho etapas para, desde un criterio iconográfico, comprender la representación de los mitos clásicos.

"Los mitos son la forma de contar las hazañas y actuaciones de los dioses. Podemos remontarnos a mediados del siglo VII a.C. para encontrar las primeras representaciones de divinidades griegas con apariencia humana y, evidentemente, las referencias literarias de esta índole son aún más antiguas. Esos dioses no sólo rigen el destino de los hombres, sino que bajan a la tierra e interactúan con ellos, dando origen así a complejos mitos en los que se imbrican también las historias de los héroes o semidioses. Son temas que a lo largo de la historia han recibido un especial interés por parte de artistas de muy diversa índole y que están muy bien representados en las obras que custodia y expone el Museo del Prado", precisa Fernando Pérez Suescun, del área de Educación del Museo del Prado, en el texto que sirve de introducción a la exposición.

La primera etapa del recorrido, "Una historia que contar", se centra en un busto del poeta Homero, de mármol blanco y fechado en el tercer cuarto del siglo I, que sirve de reconocimiento a los autores, principalmente el Divino Ciego y Hesiodo, que dieron forma a los dioses griegos al describir sus atributos y narrar sus faltas y sus gestas.

Un primer acercamiento a los dioses del Olimpo, a su aspecto canónico y sus atributos, es el eje de la segunda etapa de la muestra. Una notable selección de bustos de época romana marca el inicio del recorrido, que culmina con una selección de pinturas de época moderna, entre las que destacan "Vulcano y el fuego" (s. XVII), de Pedro Pablo Rubens, y el "Detalle de la cabeza del dios Baco" (1636), de José de Ribera.

El cortejo de los dioses, las figuras que los acompañaban en sus desplazamientos y celebraciones, protagoniza la tercera etapa de la muestra: "Espíritus libres". Los sátiros, las musas y las ménades, entre otros personajes míticos, reclaman su protagonismo en obras como el lienzo "Ofrenda a Baco" (1720), de Michel-Ange Houasse.

Una constante de los mitos griegos es el protagonismo de la pasión amorosa y el deseo sexual en numerosos relatos. Los raptos de seres mortales por parte de los dioses son frecuentes, y también proliferan los relatos sobre enlaces matrimoniales, dichosos o trágicos. Todas estas historias componen la cuarta etapa de la muestra: "Amor, deseo y pasión". Unos relatos que inspiraron a artistas como Erasmus Quellinus ("Baco y Ariadna", 1636-1638) o Pieter Brueghel "el Joven" ("El rapto de Proserpina") para sus obras.

Las continuas luchas entre los dioses, relacionadas principalmente con el poder y el amor, y sus consecuencias para los seres, mortales e inmortales, que se inmiscuyen en ellas centra la quinta etapa de la muestra: "Faltas y castigos". Una medalla de plata de Leone Leoni fechado en 1549, que reproduce en su anverso el busto de Carlos V y en el reverso muestra a Júpiter fulminando a los gigantes, inaugura un recorrido en el que destaca un "Ticio", copia de un original de José de Ribera fechado en el siglo XVI, y otros episodios como "La caída de Faetón", obra de Jan Carel van Eyck fechada entre 1636 y 1638, o el momento en que Diana descubre la falta de Calisto, una copia de Tiziano realizada por Juan Bautista Martínez del Mazo y fechada en el segundo tercio del siglo XVII.

Otro tema recurrente, las metamorfosis, protagoniza la sexta etapa de la muestra. Con la obra clásica de Ovidio como referente, el tema tuvo un gran éxito entre los artistas de todas las épocas. La exposición incluye tanto metamorfosis divinas como humanas. Así, veremos a Zeus convertido en un águila para raptar a Ganímedes, según lo plasma Eugenio Cajés en un lienzo fechado en 1604, pero también transformado en toro para llevarse a Europa, tal cual lo pintó Erasmus Quellinus.

Los héroes, semidioses que protagonizan las mayores gestas de los relatos mitológicos, protagonizan la séptima etapa de la muestra. Los episodios de las vidas de Aquiles, Hércules o Perseo, entre otros, figuran en una muestra en la que destaca un fabuloso cuadro de Francisco de Zurbarán: "Hércules y el can Cerbero", fechado en 1634.

Conectada con la anterior a través de figuras como Aquiles y Ulises, la última etapa de la muestra se dedica a la guerra de Troya. Relato épico por antonomasia, los episodios de este conflicto, que involucró a humanos y deidades, están recogidos a través de las obras de diversos artistas. El juicio de Paris, el sacrificio de Ifigenia, la despedida de Héctor o la caída de Troya, con el célebre episodio del caballo de madera, están representados en un recorrido final que conecta con el principio mismo de la muestra, con la figura de Homero, en su condición de fuente principal de estas obras, que siguen fielmente los relatos del ciego en "La Iliada" y "La Odisea".