Fito quiso incluir Gijón en su gira "20 años, 20 ciudades" y tan buena e inmediata fue la respuesta del público, agotando billetes, que se vio obligado a poner dos conciertos. La de ayer fue la primera y esperada cita -esta noche repite nuevamente en el Palacio de Deportes de La Guía- y nadie salió defraudado. Con un "buenas noches, Gijón, muchas gracias por venir a cantar y bailar y celebrar con nosotros 20 años", ya adelantaba el artista que la noche iba a ser un derroche. Y en Asturias juega sobre seguro, de ahí que miles de voces corearon y vibraron de principio a fin con las canciones del rockero vasco, esas que todo el mundo ha cantado alguna vez.

Previamente se había encargado de calentar el ambiente "Muchachito bombo infierno", con sus ritmos despreocupados y bailables que hicieron a los gijoneses entrar en materia. Desplegaron una veintena de temas con su estilo de rumba con toques de rock and roll que hizo que el público se fuese ya animando, con palmas y coreando los pegadizos estribillos.

Cuando le llegó el turno a Fito & Fitipaldis, el tono del Palacio ya estaba caldeado. Cantando "Siempre estoy soñando" empezó su recital la banda de Fito, para seguir a ritmo de "mientras me aguanten los huesos", y luego con "un buen castigo". Desde el principio se puso en valor a los músicos que acompañan a Fito, con buenos solos de guitarra de Carlos Raya, alternando con el protagonista y con el saxo de Javier Arzola. Pero lo de la noche iba, como anunció Fito, de "cantar y bailar un montón". Y fue dicho y hecho. "Esta juro que os la sabéis", y comenzó a sonar "Por la boca vive el pez". El público cantaba, si cabe, con más amplificación que la propia del recital. "Me equivocaría otra vez", también a pleno pulmón por todo el respetable, fue presentada por el vasco como "un mantra, nos sentimos realizados cada vez que la cantamos", y pasó a otra inmortal como "Voy a beber hasta perder el control". Y así siguió la noche, por la senda de los éxitos de un rockero al que ayer le puso el telón "Fetén Feten".