Xosé Antón González Riaño, profesor de la Universidad de Oviedo, pronunciará el próximo 4 de mayo, en el teatro Campoamor, su primer discurso en el Día de les Lletres como presidente de la Academia de la Llingua Asturiana. En la presentación de estos actos, el jueves pasado, aseguró que éste es el momento histórico para la declaración de oficialidad de la llingua y "solucionar el problema cultural" de la región.

- El giro de la Federación Socialista Asturiana (FSA) a favor de la oficialidad fue clave, ¿no?

-La decisión del congreso de la FSA fue fundamental. Una decisión histórica que los militantes estaban esperando. Fuí como invitado a la clausura y había una gran emoción entre la militancia.

- ¿El cambio tiene que ver con el cambio generacional de la dirección socialista?

-Lo que pasó fue que se dejó libertad a los militantes. Era inconcebible que el principal partido de Asturias desde la Transición no reconociera el valor social y cultural de la lengua asturiana. También es cierto que en los nuevos dirigentes hay un cambio generacional, claro. La cuestión generacional juega, pero importa también el contexto en el que estos nuevos líderes se desarrollaron, un contexto social y cultural en el que el asturiano ya sonaba. De todas maneras, donde yo percibí más emoción fue entre los viejos militantes socialistas, porque eran conscientes de la decisión histórica que estaba tomando el PSOE.

- A qué atribuye esa aversión de los dirigentes socialistas anteriores a la oficialidad del asturiano. ¿Era aversión?

-Yo no le daría esa palabra. El PSOE venía de una tradición histórica muy internacionalista, recogió una tradición muy jacobina y no fue capaz de adaptarse a la realidad cultural que surgía después de la Transición. A esa élite dirigente le costó un enorme trabajo entender que España era un Estado de las Autonomías, que las culturas locales iban a valorarse. En otras comunidades, fundamentalmente en Valencia, el PSOE, protagonizó el giro a la defensa y promoción de la cultura local. Aquí por esas razones históricas no se vio la necesidad de la promoción de la llingua. Y casi se veía como un peligro.

- ¿Por qué?

-Por aplicar un esquema político muy simple: decir que el asturiano lleva al nacionalismo y el nacionalismo es un mal social. Frente a esa posición, en nuestra interlocución con la FSA, siempre les decíamos: si consideráis que el nacionalismo es un peligro social para Asturias monopolizad entonces vosotros el cambio en la política cultural y lingüística, de tal manera que ese peligro quede totalmente abortado. Porque sois vosotros los que canalizáis.

- En Cataluña estamos viendo y sufriendo esa relación lengua-nacionalismo.

-La traslación sin más a Asturias de lo que pasa en Cataluña está perjudicando la dinámica que se tenía que generar en Asturias, mucho más favorable a la oficialidad del asturiano. Cuando ya no quedan argumentos se alude permanentemente a Cataluña. Y de Asturias es totalmente distinta. Tampoco hace falta decir que la oficialidad del asturiano no tiene por qué replicar los procesos de oficialización y la práctica de la oficialidad en otras comunidades.

- ¿En qué sentido lo dice?

-La oficialidad en Asturias es mucho más sencilla. Somos una comunidad más pequeña, con una llingua fácil recuperar porque es próxima al castellano desde el punto de vista lingüístico-genético. Es una lengua que se entiende bien y es una llingua que resulta simpática.

- Pero una oficialidad es una oficialidad: señalización bilingüe, enseñanza obligatoria...

-La oficialidad se pone en práctica a través de una política lingüística. No es lo mismo la política lingüística que se hacía en Valencia con el PP que la que está haciendo el actual gobierno de coalición. Quiero decir que la puesta en práctica de la oficialidad garantiza unos mínimos, pero luego es la política lingüística la que la matiza.

- Por concretar.

-Asturias necesita una oficialidad en la que efectivamente el asturiano esté en el sistema educativo con normalidad.

- Decir "con normalidad" esdecir "obligatoria".

-La terminología de la LOMCE hay que saber utilizarla porque la ley habla de materias troncales, habla de materias específicas y habla de materias de libre configuración específica: las materias en relación con las lenguas autonómicas. El asturiano sería una materia de libre configuración autonómica que, en principio, tendrían que cursar todos los alumnos en las etapas no universitarias, aunque se plantearían después las exenciones correspondientes. Eso sería en el ámbito educativo. En el ámbito de los medios de comunicación públicos la posición que tiene la Academia es que no hace falta hacer un canal específico para la Llingua Asturiana sino que nos vale con el canal que tenemos al 50% en asturiano y al 50% en castellano.

- ¿Cuánto va a costar esta oficialidad?

-Una puesta en práctica a pleno rendimiento, eficaz, implicaría 20 millones de euros anuales.

- ¿Eso es caro o barato?

-Sería la oficialidad más barata de todo el Estado español.

- También la nuestra es una de las economías más pequeñas.

-Hablo desde el punto de vista de la proporcionalidad de los habitantes. Hay economistas de la Universidad de Oviedo que nos dicen no podemos hablar de costo de la oficialidad sino de inversión en la oficialidad. Hay que pensar en cómo revertiría eso económicamente en Asturias desde el punto de vista de la creación de puestos de trabajo.

- La Llingua como valor económico, dice.

-Hay un estudio del Consejo de Europa que habla de cómo la aplicación de las medidas de protección a las minorías lingüísticas incide socialmente. Ese estudio pone siempre como ejemplo al País de Gales, una la región británica muy parecida Asturias que sufrió la crisis de su industria extractiva y siderúrgica. Y fue la Unión Europea en la que les recomendó invertir en la promoción de la cultura propia como elemento de dinamización y de cohesión social. Los indicadores de Gales, coincidiendo con la promoción de la lengua galesa, son especialmente muy positivos. Por cierto, añado una cuestión sociológicamente muy importante. Gales, con una lengua propia que está en el sistema educativo y la televisión, no tiene problemas de conciencia independentista mientras que Escocia, cuya lengua es está a punto de desaparecer, sí tiene esa pulsión independentista.

- ¿Qué opina del último brote de la polémica del asturiano con la Plataforma contra la Cooficialidad?

-Surge porque empieza a verse que el logro de la oficialidad parece ser factible. Cuando el PSOE da ese giro, determinado tipo de minorías sociales empiezan a actuar. Su estrategia es plantear la mayor alarma social posible. Decirnos que los médicos van a tener que saber asturiano y los arquitectos y los aparejadores, que va a ser más importante conocer el asturiano que la respectiva profesión. O que se va adoctrinar en los colegios en un sentido antiespañol. Es una visión apocalíptica. Y es ridículo de decir: lo que pretenden estos es hacer lo mismo que en Cataluña, empiezan con el asturiano y después declaran la independencia. Es absolutamente ridículo. Son sectores sociales marginales y sin peso y sin representación política, vinculados a la extrema derecha. Y excluyo expresamente de este análisis al PP. Es un partido muy importante en Asturias, un partido que en este momento, posiblemente por estrategia política, tenga una posición antiasturiana, pero yo creo que con el tiempo va a rectificar, va a darse cuenta de que es un error situarse frente a un bien social y cultural como la Lingua.

- Pero el PP rechaza la oficialidad y apoya los postulados de esos sectores que usted identifica con la extrema derecha.

-Bien, eso es cierto, pero yo creo que es una posición meramente coyuntural. El PP, a finales de los años 90, sí mantenía posiciones razonablemente positivas con la oficialidad. Entonces era precisamente el que pedía al PSOE un consenso para hacer una oficialidad en Asturias. El PP no viene de una tradición anti-asturiana. Pero, en cualquier caso, la posición que tiene el PP, para mí, como presidente de la Academia, es totalmente respetable.

- ¿Para qué sirve a los jóvenes de hoy saber asturiano?

-Las comunidades humanas tienen sentimientos. Una comunidad humana no es sólo una estructura logística, se rige por sentimientos de cohesión social, de dinamización social, de identificación colectiva. Asturias sin el asturiano quedaría perfectamente despersonalizada, no sería lo mismo. Asturias sin el asturiano sería paisaje. Y podría ser paisaje con pleno empleo pero sólo sería paisaje, perdería parte de la esencia.

- ¿Qué pensó cuando se enteró del pateo contra el uso del asturiano en el Teatro Campoamor de Oviedo, al inicio de un estreno de ópera?

-Me dio una pena enorme. Hay una expresión sociolingüística que es el llamado " auto-odio", aquel proceso que lleva a que una persona se avergüence de su propia lengua.

- ¿Fue auto-odio o clasismo?

-Creo que predomina más el auto-odio. Es verdad que alguien decía que los silbidos se daban más en el patio de butacas y los aplausos en el gallinero pero yo no quiero hacer un análisis marxista de esta situación porque seguramente nos equivocaríamos.

- ¿Y cuánto auto-odio nos queda frente al asturiano?

-Las resistencias sociales a la Llingua Asturiana son muy pequeñas. Las resistencias sociales verdaderamente fuertes suponen el 18% de los asturianos, según el estudio de Llera Ramos. Pero ese 18% es de sectores sociales no marginales precisamente.

- O sea, clase alta de derechas acomodada.

-Eso lo dice usted, yo quiero ser prudente. En el estudio se les caracteriza como gente que ocupa una posición social muy relevante: son profesores universitarios, gente de la magistratura, médicos, abogados, empresarios? En cambio, el 80% de la población asturiana quiere el mantenimiento del asturiano y un trato no discriminatorio con respecto al de otras lenguas.

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