El payaso desea que le hagan reír y la flor de triste plástico que le nazcan raíces y al girasol le encantaría conocer la belleza de la luna, el caballo de la estatua se muere de ganas de relinchar y la niña desea no tener miedo nunca... Todos ellos miran pasar, veloz, efímera, destello de polvo ardiente, la estrella fugaz y sueñan. Y sus sueños se convierten en poesía, en arte, en música, en sinestesia feliz que va directa al corazón de los niños desde las páginas de "El libro de los deseos", el segundo de los títulos de la colección LeoMúsica que edita Libros de la Herida, y que, tras el éxito de La pequeña gran aventura de la araña Juliana, vuelve a reunir a los poetas José María Gómez Valero y David Eloy Rodríguez, al artista ilustrador Patricio Hidalgo y al profesor del Conservatorio Superior de Música de Granada Juan Cruz Guevara. A todos ellos se ha unido en esta ocasión el escritor Miguel Ángel García Argüez para componer una obra de delicado lirismo que vuelve a incidir en la educación literaria y artística -especialmente la musical- de los más pequeños.

Unos niños que, para llegar a entender cómo los violines de las composiciones de Vivaldi imitaban el viento o el trino de los pájaros, o cómo los sonidos barrocos se imbricaban para transmitirnos el frío del invierno o el despertar de la floresta primaveral, necesitan un aprendizaje musical, y sobre todo emocional, que libros como éste ponen al alcance de padres y profesores. El volumen incluye partituras compuestas específicamente para esta obra y una guía para su uso didáctico, todo ello coordinado por la asesora educativa Lorena Lara Huertas.

Pedid algo porque ya lo dice una de las letras del libro: "Si tu deseo se cumple, / disfrútalo, por favor, / los deseos sólo duran / lo que dura una canción. / Si el deseo no se cumple, / puedes volverlo a intentar / o desear otra cosa / y de nuevo a empezar".