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JAVIER PERIANES | Pianista, actúa en Gijón y en Oviedo con la OSPA

"Me preocupa lo que hay en el atril, aunque toque en el sitio más pequeño del universo"

"Con la OSPA siempre disfruté haciendo música, fueron contactos maravillosos"

Javier Perianes, ayer, a las puertas del auditorio de Oviedo. LUISMA MURIAS

El pianista Javier Perianes actúa hoy en Gijón (teatro Jovellanos, 20.00 horas) y mañana en el auditorio de Oviedo (20.00 horas) con la OSPA. El músico interpretará a J. Brahms, dentro del ciclo de la sinfónica asturiana "Orígenes II". Perianes ha tocado en las salas más prestigiosas del mundo y ha trabajado con maestros de la talla de Daniel Barenboim, Charles Dutoit, Gustavo Dudamel y Zubin Mehta, entre otros. En esta charla con LA NUEVA ESPAÑA revisa la actualidad sinfónica, evoca sus momentos con la OSPA y da cuenta de sus últimas grabaciones.

- ¿Discográficamente en qué está?

-Acaba de salir una grabación con la Filarmónica de Múnich, dirigida por mi gran amigo Pablo Casado. Es el tercer concierto para piano y orquesta de Bartók. Y el concierto para orquesta que hace Casado con la orquesta. Lo presentamos en una gira en Madrid, Barcelona y el Festival de Canarias. Es un disco recién salido del horno. Lo próximo es uno de Debussy con el primer "Libro de los preludios", que es parte de un proyecto integral de muchos artistas que abordamos su obra. Mi cometido es el "Primer cuaderno de preludios" y "Las estampas", y hay un disco más que es muy interesante con las tres últimas obras de Debussy para sonata de violín y piano y las sonatas para arpa, flauta y viola. A mí me tocó en suerte hacer además la de chelo y piano.

- Año muy Debussy...

-Este año nos han tocado Debussy y Bartók, al principio. El año que viene haremos un disco de Chopin y Ravel.

- Usted ya ha estado en las salas más prestigiosas de conciertos y ha trabajado con grandes maestros, ¿qué objetivo se marca ahora?

-Lo que me preocupa es lo que está puesto encima del atril; sea en Oviedo, Sevilla, Madrid, París, Londres o el lugar más pequeño del universo. Esto es lo que me preocupa. Nuestra responsabilidad es hacer música y da igual en el sitio en que estés.

- ¿Pero de todo con lo que se encontró qué le impactó sobremanera?

-Hombre, hay orquestas legendarias. Me impactó muchísimo hace años el sonido de la cuerda de la Filarmónica de Viena. Eso fue verdaderamente de impacto, ¡madre mía de Dios cómo suena! También me impresionó el primer ensayo con la orquesta de Cleveland, la de Chicago y la Sinfónica de Boston. Hay muchas que impresionan por el nivel, y también por algo que tenemos en el subconsciente, que es el prestigio, la tradición y la historia que tienen todas ellas. Claro, hay un plus de emoción por poder colaborar con instrumentistas y formaciones de este calibre.

- ¿Cómo está su mundo, el del piano, en la actualidad?

-Siempre ha habido una gran tradición. Si nos ponemos a mirar al pasado, fíjate la retahíla de grandes nombres. El piano, el violín, el chelo son instrumentos de cierta recurrencia. Son un poco los que protagonizan la mayoría de las programaciones de las orquestas sinfónicas. Hay ciclos sólo para piano. Siempre ha tenido una presencia muy activa. No creo que se viva un auge, se vive la continuación de una edad doradísima de éste y otros instrumentos. Pero sí es cierto que hay series de pianos, exclusivamente solo de piano, y eso hace que este instrumento tenga muchísima experiencia.

- ¿Las referencias de pianistas van cambiando o giran sobre unos cuantos?

-Me considero muy joven como para hablar de ellos, incluso en pasado. No sé, podía tirar de nombres hasta la eternidad. Y en el caso internacional, no sólo español, está Alicia de Larrocha, nuestra gran maestra. Estuve escuchando una grabación de Alicia de Larrocha de Schumann y me dije: "Esto se puede tocar de otra manera seguramente, pero mejor no". Alicia de Larrocha, la gran pianista. ¿Española?, sí claro, pero es una mujer que está en el circuito o la nómina de pianistas de referencia a nivel mundial. Yo lo comprobé en Estados Unidos, Japón, Australia, Inglaterra. Hablas de Alicia de Larrocha y se la trata de manera reverencial. De manera específica en Estados Unidos. Allí tuvo una presencia muy prolífica al máximo nivel.

- ¿Y la OSPA cómo la encontró?

-No puedo decir nada (tras la entrevista iba a hacer su primer ensayo), pero puedo hablar de mis contactos con la OSPA en el pasado, siempre han sido contactos maravillosos. Hemos disfrutado muchísimo haciendo música juntos. Curiosamente, creo que fue la primera vez que viene a tocar con la OSPA cuando hice el primer concierto de Brahms. Y curiosamente ahora vengo con el segundo concierto de Brahms. Hemos tenido una relación muy fructífera, cariñosa, y hemos estado muy a gusto.

- ¿Qué ve en España, público entendido, poco, suficiente?

-Como en cualquier otro país. No tenemos tanta tradición como otros países de Centroeuropa o la propia Inglaterra. La tradición siempre es algo importante. Pero ahora tenemos el tejido de muchas orquestas, auditorios y músicos de primer nivel que pueblan muchas orquesta de nivel internacional.

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