La escritora Clara Usón publica 'El asesino tímido' (Seix Barral), un nuevo libro en el que mezcla ficción y realidad para revelar en primera persona detalles de su juventud, realizar un homenaje a su madre y acercarse a la desaparición de Sandra Mozarovski, una joven actriz del cine español de destape relacionada con las altas esferas que murió misteriosamente en 1977.

"Parece que Franco no está del todo enterrado", ha manifestado Uson (Barcelona, 1961) este lunes durante un encuentro con los medios para presentar este libro, en el que recurre a reflexiones de Wittgenstein, Camus y Pavese para abordar esta trama de intriga, hablar del "sentido de la vida" y sacar del ideal la historia de España.

Los episodios de su vida se mezclan en este libro con la muerte de Sandra Mozarovski, un personaje "casi contemporáneo" a su propia juventud que supuestamente se suicidó, al que hace referencia directa el título de este libro, tomado de una frase de Pavese, quien decía que "un suicida es un asesino tímido".

Usón se hace eco de los rumores que rodearon la muerte de esta actriz, a quien se relacionó con el rey Juan Carlos I. "Yo no afirmo nada que no sea cierto", ha precisado la escritora, quien aunque alaba al padre del actual monarca cree que tiene "un lado oscuro que se ha ocultado durante mucho tiempo".

La autora de El asesino tímido reconoce que esta novela es "políticamente incorrecta" y ha indicado que usa al rey emérito como "símbolo de un un periodo que se vendió como el acceso de España a la democracia plena y la modernidad". "Ahora estamos viendo cómo tenemos todas las instituciones absolutamente podridas", ha afirmado.

La escritora echa la vista atrás y se sitúa en la Transición, un momento en el que los jóvenes miraban a un "futuro esplendoroso" que parecía "nuevo" y que empezaba a mirarse en el de "los europeos". "Pensábamos que no teníamos que luchar por la democracia", ha indicado la escritora.

Sin embargo, se refiere a aquellos jóvenes como la "generación de la heroína", entregada al "hedonismo", y que se encontraron "alternando el final de los abuelos con el de los amigos", algo que contrasta con las nuevas generaciones, "inquietas y preocupadas por tener trabajo". "Pertenecí a una generación afortunada, teníamos esperanza e ilusión", ha dicho.

Esta novela es también un homenaje a su madre, con quien mantenía una relación difícil y de la que hasta ahora no había hablado, según ha admitido. Aquellos "conflictos de juventud y adolescencia" y su "madurez caótica" fueron una "pesadilla" para su progenitora y para el resto de su familia.

"Mi madre me salvó la vida. Primero me la dio y luego me salvó", ha manifestado Usón, quien huye de las idealizaciones, al estilo de los "best sellers", para mostrar las sombras de una mujer que "no tenía otro objetivo en la vida" que tener hijos y que transmitió en ellos cierto descontento que solo comprendió cuando creció, según ha relatado.

Tal y como ha confesado, el hecho de "acumular años" y "dejarse llevar por la rutina" le ha ayudado a abrir su pasado en este libro y a contar un episodio que le avergüenza, al tiempo que arroja luz sobre una juventud -la de los años 70 y 80- y una historia de España, la Transición, que en su opinión "se ha idealizado".