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Portús: "El Bellas Artes de Asturias tiene proyección pero necesita conservadores"

El jefe del departamento de pintura española hasta 1700 del Prado, que da una conferencia en Oviedo, destaca la calidad de la donación Arango

Javier Portús, en una sala del Museo del Prado. MUSEO NACIONAL DEL PRADO

"Un museo que aspire a cumplir las funciones que le encarga la sociedad no puede prescindir de conservadores, que forman parte fundamental de su personal técnico. Sobre todo si es un museo como el Bellas Artes de Asturias, que a través de la donación de Plácido Arango, y de la ampliación, se supone que está en plena proyección hacia el futuro. Resultan contradictorios esos esfuerzos y las dificultades administrativas para dotarle de persona científico". Esta reflexión es de Javier Portús (Madrid, 1961), jefe del departamento de pintura española (hasta 1700) del Museo Nacional del Prado y uno de los historiadores del arte más reputados de España. Portús acude esta tarde al Museo de Bellas Artes de Asturias para impartir, a partir de las 19.00 horas, una conferencia sobre las obras del siglo XVII incluidas en la donación de Plácido Arango. Ayer, antes de poner rumbo a Asturias, el historiador conversó con LA NUEVA ESPAÑA.

Portús es figura referencial en el estudio del arte español del "Siglo de Oro" y de las relaciones entre la creación literaria y la pictórica. Desde su ámbito de especialización, el historiador del arte destaca la calidad de las 33 obras donadas por el empresario astur-mexicano, que están actualmente expuestas en la gran pinacoteca asturiana. "La donación de Plácido Arango viene a confirmar la tendencia del Museo de Bellas Artes de Asturias de especializarse en arte español", sostiene Portús, que también quiere destacar el "estado de conservación notable" de todas las obras donadas.

"La de Plácido Arango es una colección en la que es fácil identificar dos cosas. Por un lado, un gusto y una exigencia personal notables. Pero también que ha sido una colección para la cual Arango se ha apoyado en el juicio y la experiencia de historiadores con un conocimiento importante de lo que eran las colecciones de arte español", explica Portús, quien recalca que la colección "es fruto de la actividad de muchos años de un coleccionista sensible, consciente, con conocimientos importantes de la historia del arte y muy selectivo a la hora de formar su colección".

En lo referente a las seis obras del siglo XVII, las que centran su ponencia de esta tarde, Portús precisa que son todas ellas obras de gran calidad, y que constituyen "una aportación muy importante" a la colección de la pinacoteca asturiana. El historiador del arte incide además en cómo esta donación permitirá al museo cubrir distintas lagunas en su discurso historiográfico. La incorporación de una obra de Jerónimo Jacinto Espinosa supondrá la entrada de la pintura valenciana de la época en el museo, y la "Salomé" de Valdés Leal es relevante, sostiene Portús, por su calidad artística: "es un cuadro muy destacado de ese catálogo".

Pero no es la representación de determinados artistas o escuelas la única vertiente en la que la donación completará la colección del Bellas Artes: "También se cubren lagunas temáticas, como lo hace 'El banquete de Ester', de Francisco Gutiérrez, que pertenece a un subgénero interesante como es el de los caprichos arquitectónicos. Y con la obra de Claudio Coello se cubre otra carencia en lo que se refiere a los soportes, ya que es una obra pintada sobre lámina de cobre. Un soporte que se documenta con cierta frecuencia en colecciones privadas, pero que es raro de localizar en colecciones públicas. Y el panorama de estas aportaciones se amplia mucho si abarcamos las 33 obras que forman parte de la donación".

La muestra con las obras de la donación Arango coincide además en el Bellas Artes con la exposición "Arte y mito. Los dioses del Prado", organizada por el Museo del Prado y la Fundación La Caixa. Pero Portús no ha tenido participación directa en esta muestra, y de hecho está centrado en otras actividades de gran relevancia: las del bicentenario del Museo del Prado, cuyas celebraciones comenzarán el 19 de noviembre. "El Prado se quiere dar un homenaje a si mismo, lo que significa que se quiere abrir todavía más a la sociedad y que quiere intensificar aún más el diálogo con la sociedad. Porque El Prado sólo tiene sentido en relación con la sociedad a la que pertenece y a la que sirve", sentencia.

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