Aquel guaje al que no dejaban colaborar en la plantación de la joguera en Cimiano (Peñamellera Baja) vivía entre emocionado y enrabietado la "hazaña" de los mozos mayores que sí tiraban de la cuerda para izar el "ocalitón" de turno que en el Oriente asturiano simboliza el poderío de un bando o de una localidad. Esos días había emoción en los ojos del pequeño José Manuel Tejedor porque, por lo menos, le dejaban tocar la gaita cuando el palo cogía la vertical; y rabia por quedar al margen de la maniobra de izado. La espina por lo segundo ya se la ha sacado porque ahora, un paisano hecho y derecho, ya le dejan "tirar"; y de lo primero, de aquellas emociones infantiles, ha salido una canción que lleva por título "La joguera" y que forma parte del disco "Miraes", el primer trabajo en solitario del gaitero, avilesino de adopción, que junto a sus hermanos Javier y Eva ha escrito estos últimos años páginas doradas del folk asturiano con el grupo "Tejedor".

Anticipándose a la pregunta obligada -por qué prescinde de la familia en este disco- José Manuel Tejedor aclara que "con Tejedor, el grupo, no pasa nada, seguimos en activo; lo que ocurre es que me apetecía hacer algo a mi aire". Y lo ha hecho, a capricho. En "Miraes", fuera de los rigores de formato musical a los que obliga una formación como "Tejedor", pensada para tocar en grandes festivales, hay temas muy intimistas, menos gaita y más "whistles" (un tipo de flautas de pequeño tamaño), más sentimiento y menos "músculo". El gaitero explica que, por ejemplo, se ha permitido incluir una canción dedicada a su mujer que hubiera tenido, probablemente, mal encaje en el repertorio de "Tejedor".

Tejedor presentó ayer el contenido de "Miraes" y habló del proceso creativo del disco en el faro de Avilés, un lugar sugerente donde hizo sonar la gaita con la melena al viento mientras las notas se desparramaban en un mar embravecido que rugía a sus pies. De eso va "Miraes", de lugares, sensaciones y sentimientos que han quedado grabados en la mente de Tejedor y que, a su juicio, merecían una canción. El disco se compone de diecisiete piezas instrumentales agrupadas en diez cortes, todos entroncados con el ámbito de lo vital: el amor, la paz de una playa o la iniciación al sonido de la gaita, plasmada en la pieza dedicada al gaitero de Rihonor, el pueblo zamorano de donde era natural uno de los abuelos del músico. "Conservo una foto que parece premonitoria: salen el gaitero de Rihonor y un tamboritero; yo delante del gaitero y mi hermano delante del tamboritero. Éramos unos críos y ya parecíamos mostrar querencia por uno u otro instrumento", relata el músico.

"Miraes", grabado en los estudio Tutu de Corvera y autoproducido por José Manuel Tejedor, saldrá al mercado a primeros de mayo. El día 18 de ese mes -ayer se pusieron las entradas a la venta- será el concierto inaugural de una gira que llevará a Tejedor por Asturias, España e incluso el extranjero. Para la puesta de largo del disco Tejedor ha elegido la Casa de Cultura de Avilés. Los músicos que han acompañado a Tejedor en esta aventura son Richard García (teclados), Juan Yagüe (cuerdas) y Brian Morrissey (percusión), al que en los directos sustituirá Juanjo Díaz.