El artista Franco Fontana (Módena, Italia, 1933) es un clásico vivo de la fotografía. Parte de su obra -sesenta imágenes, concretamente- se pueden ver desde esta esta tarde y hasta el próximo 17 de junio en el foyer del auditorio del Niemeyer, en Avilés. "Es el resumen de la evolución mi propia creatividad", declaró el artista a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono, desde su casa de Turín. Parte de ese trabajo son paisajes campestres y urbanos, todos ellos con una gradación subrayada del color. Precisamente esta es una de las características más señaladas de la obra de Fontana, hasta el punto de que algunos críticos lo emparentan con la pintura: "No son cosas similares. La pintura es siempre algo abstracto, mientras que la fotografía registra la verdad", explicó. "Esta verdad es una interpretación del fotógrafo, que puede ser abstracto o descriptivo. Sin embargo, la pintura es toda abstracta, desde el mismo folio en blanco", añadió. Abundó en esta idea cuando explicó su relación con el color: "Es la verdad, aquello que expresa el pensamiento", añadió. No es partidario del blanco y negro porque el resultado final de una obra sin color es una pura invención y Fontana se ha empeñado en fijar la realidad delante de su objetivo.

Disculpó el fotógrafo su ausencia de la inauguración oficial de la retrospectiva que le dedica el complejo cultural de la ría -prevista para esta tarde- porque un grave problema familiar le impide viajar a España. "Espero poder hacerlo en cuanto pueda", prometió.

Fontana desveló que su relación con la fotografía no es electiva: "Es fruto de la maduración", dijo. "Mi facilidad es hacer fotografías", dijo. Y eso lleva haciéndolo desde hace más de medio siglo. "La creatividad no está en lo que haces, está en cómo te puedes expresar con aquello que haces", señaló. "Yo me expreso con la fotografía, otros lo hicieron con la canción o con la danza", apostilló el artista que comenzó a trabajar en los primeros años de la década de los sesenta y que ha seguido haciéndolo de manera imparable hasta ahora mismo. Sus obras, por ejemplo, se exhiben en el Museo Metropolitano de Tokio, en la George Eastman House de Rochester, en el Museo Ludwig de Colonia, en el Museo de Arte Moderno de San Francisco, en el Museo de Bellas Artes Boston, en el Museo Pushkin de Bellas Artes de Moscú, en la Galería Nacional de Australia en Melbourne, en el Stedelijk Museum de Ámsterdam, en el GAM en Turín, en el Museo de Arte Moderno de París, en el Museo Kunsthaus de Zurich y en el Victoria & Albert Museum de Londres.

La muestra artística de Franco Fontana se puede ver en Avilés de miércoles a domingos El coste de la entrada es de 3 euros y se pueden adquirir en la taquilla del Centro Niemeyer.