El número de parejas lesbianas que opta por la maternidad compartida mediante la técnica de reproducción asistida de Recepción de Óvulos de la Pareja (ROPA) se ha multiplicado en los últimos años.

Según datos de la clínica Barcelona IVF, con motivo del Día Internacional de Visibilización Lésbica, que se conmemora mañana, el 50 % de las parejas femeninas que buscan un embarazo por fecundación asistida elige este método, donde una de las mujeres aporta los óvulos, que son fecundados con semen de donante, y la otra lleva a cabo el embarazo, mientras que en 2013 era solo un 6,6 %.

Además, según los responsables de esta clínica especializada en reproducción asistida, las trabas legales en otros países hacen que muchos pacientes internacionales acudan a Barcelona para llevar a cabo estos tratamientos.

Carolina, una de las pacientes lesbianas que se ha sometido a este tratamiento, ha explicado que con su pareja lo había "intentado un par de veces con inseminación artificial, pero no funcionó y cuando conocimos este método, que nos ha permitido a las dos participar de una forma más activa en un proyecto tan importante para nosotras, lo tuvimos claro. Y el segundo hijo también lo tendremos por el método ROPA".

"El motivo de que cada vez el ROPA se solicite más en detrimento de otros métodos es porque de esta forma ambas mujeres se sienten más vinculadas con el proceso de la maternidad. La elección de un tratamiento u otro, ya sea la inseminación artificial, la fecundación in vitro o el método ROPA viene determinada por la valoración clínica y por sus preferencias", ha afirmado el director médico de Barcelona IVF, Raúl Olivares.

El especialista ha explicado que los bebés concebidos a través del método ROPA tienen la carga genética de la mujer que haya aportado los óvulos y del varón donante de semen, y, aunque la madre embarazada no traspasa su ADN al bebé, sí puede influir en su desarrollo.

"Durante el desarrollo embrionario se produce el fenómeno de regulación epigenética, donde el ambiente en el que crece el embrión, el útero materno, modula la expresión de los genes", ha puntualizado el director de Barcelona IVF, Luis Zamora.

Para decidir quién será la madre genética y quién la madre gestante, los médicos llevan a cabo un estudio de fertilidad a ambas.

"No están eximidas de ser estériles o presentar problemas de infertilidad por edad avanzada u otros problemas, como la endometriosis o factores tubáricos entre otros", según Zamora.

Por eso, habitualmente, la mujer más joven de la pareja es la que aporta los óvulos.