La historia es digna de una película, también de un título como "Sólo los ángeles tienen alas" si no lo hubiera pillado antes Howard Hawks. En 1957, tres médicos extranjeros se unieron en Kenia para fundar una organización para proporcionar atención quirúrgica a las zonas más remotas de África. Eran un británico, Michael Wood, un neozelandés, Archibald McIndoe, y un norteamericano, Tom Rees. Para lograr su objetivo, impulsaron un servicio de ambulancias aéreas con las que podían llegar con rapidez a comunidades remotas. Así nació el proyecto "Flying Doctors" y con él la organización que le servía de soporte: African Medical and Research Foundation (Afrem).

La iniciativa de los tres doctores tenía un antecedente: tres décadas antes, en 1928, el reverendo John Flynn, había impulsado en Australia el Aerial Medical Service, germen del posterior Royal Flying Doctor Service of Australia, aún activo, y cuyo objetivo era, ya en sus orígenes, dotar de asistencia médica a las poblaciones más remotas de la isla. Una iniciativa no gubernamental que sin duda era conocida por el neozelandés McIndoe.

Las ambulancias aéreas de Amref, los "Flying Doctors", continúan hoy en día dando cobertura médica a las zonas más remotas y menos accesibles de África.