Una máquina dotada de Inteligencia Artificial (IA) es capaz de salir antes de un laberinto que un humano. Para llevar a cabo este experimento, los investigadores de diversos centros de investigacion de Londres le dieron las mismas instrucciones al hombre que a la máquina: debían desplazarse del punto "A" al punto "B" para conseguir salir de un laberinto cerrado. El agente dotado de IA consiguió tomar los atajos adecuados para abandonar antes el espacio que su oponente. El agente inteligente fue dotado de un sistema de posicionamiento similar al del celebro humano denominado "células cuadrícula". A través de esta función, la máquina planificó cada movimiento rápidamente en busca de su objetivo: salir del labernito.