El festival de Eurovisión celebra esta noche en Lisboa su gran final, en la que compiten 26 países con propuestas que van desde lo sencillo e íntimo hasta lo vistoso y excéntrico, con Chipre e Israel como favoritos y, según las apuestas, con España fuera de los primeros puestos. La pareja española, formada por Alfred y Amaia, han ofrecido una emotiva actuación, muy aplaudida por el público. Ambos cantantes han mostrado su sintonía en escena y han acabado su tema con un cálido abrazo, aunque sin el beso que muchos tal vez esperaban.

La gala ha arrancado a las 21 horas (hora peninsular española) en el estadio Altice Arena de Lisboa, ciudad que por primera vez acoge este certamen gracias a la victoria el año pasado de Salvador Sobral con la balada "Amar pelos dois" (Amar por los dos).

El evento es considerado de primera magnitud por los portugueses, que además de cumplir con el guión que siempre sigue el veterano festival, que este año celebra su 63 edición, desplegará una gala marcada por apariciones de excepción, como la del brasileño Caetano Veloso.

Tradición e innovación se darán por tanto la mano en esta final, que ha abierto Ucrania y cerrará Italia, país que, junto con Francia, que saldrá en decimotercer lugar, traen mensajes reivindicativos este año para homenajear a las víctimas del terrorismo yihadista y a los refugiados, respectivamente.

Por el momento, las casas de apuestas no creen que vayan a finalizar entre los diez primeros, mientras que los jóvenes aseguran estar tranquilos ante el desafío y la delegación española muestra plena confianza en ellos.

Mejor suerte auguran los expertos a Chipre, toda una revolución con su tema "Fuego" -la más aplaudida en cada ensayo por la prensa internacional- que las apuestas dan como ganadora y que actuará penúltima.

Su máxima rival será la excéntrica Netta Barzilai, de Israel, que defenderá su canción "Toy" en vigésimo segundo lugar, en tanto que otros rivales a tener en cuenta son Francia, que será decimotercera, justo el ecuador, así como República Checa, Finlandia y Suecia.

También Irlanda, gran sorpresa al clasificarse tras cinco años con un tema íntimo que cuenta sobre el escenario un amor homosexual.