La televisión española perdió ayer a uno de sus más grandes realizadores. El guionista y director Antonio Mercero falleció en Madrid, a los 82 años de edad. El cineasta llevaba más de una década luchando contra el alzhéimer.

Nacido en Guipúzcoa en 1936, Mercero se formó en la Escuela Oficial de Cinematografía y se curtió en el mundo del cortometraje antes de dar el salto a la televisión, donde se convertiría, junto a Chicho Ibáñez Serrador, el primer director estrella del medio. "Crónicas de un pueblo" (1971-1974), serie que seguía la vida cotidiana de los vecinos de la localidad ficticia de Pueblanueva del Rey Sancho, fue su primer éxito. La popularidad de la serie propició que permitiesen a Mercero adaptar, en formato de medio metraje, un relato del escritor asturiano Juan José Plans: "La cabina". Coescrita con José Luis Garci y protagonizada por José Luis López Vázquez, la película planteaba una parábola a partir de la kafkiana peripecia de un hombre atrapado en el interior de una cabina telefónica. Estrenada en 1972, "La cabina" fue un hito en la televisión española y logró incluso un premio "Emmy".

La creciente popularidad de Mercero se confirmó con una serie que marcó a varias generaciones de españoles: "Verano azul" (1981-1982). Las vivencias de un grupo de amigos que se reunía en la Costa del Sol a pasar las vacaciones cautivaron al público, como también su galería de personajes, encabezada por el mítico Chanquete al que encarnaba Antonio Ferrandis. Tras este éxito descomunal, Mercero era una estrella absoluta en la televisión patria, un genuino "showrunner" antes de que se popularizase el término. Su siguiente trabajo para la pequeña pantalla sería otra serie clave de su tiempo: la ficción judicial "Turno de oficio" (1986-1987).

En paralelo a estos éxitos de la televisión, Mercero armó una filmografía irregular en el medio cinematográfico, alternando películas de interés como "La Gioconda está triste" (1977) con filmes puramente comerciales como "Buenas noches, señor monstruo" (1982), a mayor gloria del grupo infantil "Regaliz". Pero en 1988, Mercero firmó una de las películas claves de la Transición: "Espérame en el cielo". A partir de un inteligente guión coescrito con su guionista habitual, Horacio Valcárcel (fallecido el pasado domingo), y con Román Gubern, maestro de historiadores del cine, Mercero acometió la destrucción sistemática del mayor icono del franquismo: la propia figura del dictador.

Pero que el medio natural de Antonio Mercero era la televisión volvió a demostrarse a principios de la década de 1990. En un medio en plena transformación tras la llegada de las cadenas privadas, Mercero se lanzó al reto de construir un éxito para Antena 3. Lo consiguió gracias a "Farmacia de guardia" (1991-1995). La ficción, protagonizada por Concha Cuetos y Carlos Larrañaga, conquistó al público y batió todos los récords de audiencia, logrando en sus cinco temporadas una media del 48% en cuota de pantalla, una cifra jamás alcanzada por otra serie española.