A Enrique Morente se le llamó en vida "el Picasso del flamenco", una "analogía muy plausible" para su biógrafo, Balbino Gutiérrez, por ser innovadores ambos, y que corrobora su hija Estrella Morente, que sostiene que su padre fue "el primer cantaor cubista".

"Morente es un cantaor uno y diverso, que tiene según qué época de su carrera unas características que van evolucionando. Nunca se queda estancado y se le considera un innovador, pero no de innovar por innovar", ha resaltado hoy Gutiérrez, que ha presentado la tercera edición, revisada y aumentada, de "Enrique Morente. La voz libre" en el Museo Picasso de Málaga.

Por ello, no considera desacertado llamarle "el Picasso del flamenco", aunque añade que a Morente "no le gustaban mucho esas apreciaciones".

Y Estrella Morente precisa que quienes le llamaban así "llevaban razón, porque fue el primer cantaor cubista", y ambos fueron "un cantaor y un pintor que le dieron la vuelta a su obra y se convirtieron en cubistas".

Gutiérrez ha recordado que el disco de Morente "Canto y cante a Picasso", una edición limitada y no venal publicada con motivo de la inauguración del Museo Picasso de Málaga el 27 de octubre de 2003 y que recogía seis cantes con textos del artista malagueño, sería el "embrión" de la "gran obra" que aparecería cinco años después, "Pablo de Málaga", ésta con trece temas.

Para el autor, en la primera edición de esta biografía publicada por la Fundación SGAE, que vio la luz en 1996, "ya estaba la intención", y ya entonces no tenía "duda de que era un ser y un artista excepcional".

"Nunca me arrepentí de aquello, y fue creciendo en mí la idea de la excepcionalidad y la genialidad de Morente", ha resaltado Balbino Gutiérrez, que cree que el libro "ha ido creciendo con el personaje".

También advierte de que "los jóvenes que se han acercado a Morente piensan que ha sido llevado siempre en palmitas e idolatrado", y por eso él ha querido incluir en esta biografía algunas críticas muy negativas para el cantaor.

"La idea de escribir este libro surgió en parte porque unos cuantos lo considerábamos un genio, pero otros sectores lo consideraban un desastre, y le llamaban hasta el asesino del cante o dudaban de su esencia flamenca. Había una serie de sectores del flamenco que no lo aceptaban, pero la mayoría ha tenido que tragar".

A algunos de esos pasajes críticos en los que se le acusaba de "destrozar el flamenco" se ha referido Estrella Morente, que recuerda el momento en que su padre y su madre, Aurora Carbonell, "La Pelota", los leyeron en el libro de Balbino Gutiérrez.

"Cuando mis padres estaban revisando la segunda edición y vieron que incluía esa parte tan brutal, mi madre le dijo: 'Dile a Balbino que quite esa parte'. Y mi padre dijo: '¿Qué dices, Pelota, si eso es lo mejor?", ha relatado Estrella.

"Perdí a un padre maravilloso, que la vida no tenía que habernos arrebatado tan sumamente pronto, porque alguien como Enrique Morente es necesario en este mundo, con su corazón limpio y una mente proyectada siempre hacia el arte y a favor de los derechos humanos", ha lamentado su hija, que sin embargo se felicita de que le queda "este libro".

Y rememora cómo, todavía en vida de su padre, cuando él estaba en el salón de su casa y se acercaba a preguntarle por una letra de una soleá, Enrique le decía: "Me tengo que ir, busca en el libro de Balbino".