Facebook firma un nuevo escándalo. La compañía de Mark Zuckerberg filtró datos personales de sus usuarios a 60 empresas destinadas a la fabricación de dispositivos electrónicos, entre ellas a las compañías Samsung, Apple y Blackberry.

Los fabricantes de móviles tuvieron acceso a los contactos personales de cada usuario, situación sentimental, religión o preferencias políticas, aunque no lo haya permitido de forma expresa. Son los datos que ha revelado el diario estadounidense "New York Times" y que Facebook ha desmentido. Mark Zuckerberg se niega a que, tras el escándalo de Cambridge Analytica, hagan leña del árbol caído. Pero no tiene respuestas.

Facebook admitió firmar acuerdos con Apple, Amazon, Blackberry, Microsoft, HTC y Samsung, pero con matices. Asegura que se comprometieron a utilizar la información con el propósito de integrar funciones de Facebook en las aplicaciones que vienen por defecto en los terminales de cada firma. Sin embargo, el sistema que utilizaron no es fiable.

Intercambiaron información con el sistema de aplicaciones integradas que gestiona la red de Zuckerberg. Un sistema con fisuras de seguridad, tal como se demostró con la filtración de datos personales a la empresa Cambridge Analytica que afectó a más de 87 millones de estadounidenses. En este caso, Facebook no ve daños.

"Esos acuerdos funcionan de forma muy diferente a los que tenemos con desarrolladores de apps que usan nuestra plataforma", declaró Ime Archibong, vicepresidente de Facebook. "Los hemos estado monitoreando desde el principio y los socios no podían integrar los datos de los usuarios sin su permiso", añade el número dos de la compañía.

A ojos de Mark Zuckerberg los acuerdos con las compañías telefónicas nada tienen que ver con los contratos con otras aplicaciones que sí se la jugaron y filtraron datos de sus usuarios. Por eso, hace hincapié en la cantidad de contratos que rompió el pasado mes de abril con las compañías perjudiciales para su red social.

Resulta difícil remontar el vuelo, aunque la compañía asegura "trabajar duro" para evitar las injerencias electorales de su red social en las elecciones europeas. Pero señalan: "Nadie puede garantizar que se erradiquen todos los abusos". La seguridad es, para Facebook, "un problema que nunca se llega a solucionar del todo porque nos enfrentamos a adversarios sofisticados".

En el documento que la red envió al Parlamento europeo tras su declaración el pasado mes, enumera cinco líneas de actuación: "Combatir injerencias extranjeras, eliminar cuentas falsas, transparencia en la publicidad, reducir la difusión de noticias falsas y lanzar productos de compromiso cívico para darle a la gente la información adecuada antes de cada elección".

Retirada

Las tecnológicas piden perdón, prometen medidas de contención y se retiran de terrenos pantanosos. Como Google, que no renovará su contrato con el Pentágono, tras las quejas de varios empleados.

La compañía estadounidense puso al servicio del gobierno americano su inteligencia artificial para interpretar las imágenes tomadas por sus drones y mejorar la precisión de sus ataques.

Este proyecto, conocido como "Maven", seguirá activo lo que resta de año y luego terminará. Así lo ha indicado la directora de Google Cloud, Diane Greene, a sus empleados. Varios de ellos habían renunciado a sus puestos de trabajo y otros firmaron una petición para cancelar el proyecto.

Amazon también tiene un problema parecido. Lo acusan de participar con el gobierno en la introducción de cámaras inteligentes para vigilar a la población.