El genetista paleontólogo Svante Pääbo, "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica 2018, visitó los trabajos que se llevaban a Cabo en la cueva de El Sidrón en 2007. El yacimiento asturiano aportó varios restos óseos par el proyecto del genoma del neandertal (Neanderthal genome project) promovido por el Instituto Max Planck y liderado por el propio Pääbo.

Los estudios de ADN que cambiaron la concepción de la evolución humana deben mucho a la cueva asturiana del Sidrón y a sus investigadores, a cuya cabeza estuvo hasta su muerte el profesor Javier Fortea. Este equipo fue el primero en poner en marcha en una campaña arqueológica el protocolo de excavación limpia, un sistema que permitió evitar la contaminación con ADN moderno de los fósiles que se exhumaban del subsuelo de la cueva. Gracias a este protocolo de esterilidad, la cueva del Sidrón consiguió sumarse con éxito al proyecto Genoma Neandertal que revolucionó con sus hallazgos genómicos el pasado de la especie humana.