El concierto que la OSPA ofreció ayer tarde en el Auditorio, y con el que cerró la temporada de abono, fue todo un despliegue sonoro tras el que el público se fue muy contento.

Al comienzo se anunció el cambio en el programa por el cual "El Moldava" de Smetana y la obertura de "Romeo y Julieta" de Chaikosvky, dos obras que el público agradeció enormemente, sustituyeron al Concierto para violonchelo de Israel L. Estelche. La expresividad de la orquesta, el fraseo cuidado y la poderosa sonoridad fueron los aspectos más destacados de la actuación con la que ayer se despedía la OSPA.

Milanov a la batuta, estuvo muy entregado en todo momento, atento al tempo y las cuestiones dinámicas, muy cuidadas.

En la segunda parte, la obertura "Colas Breugnon" de Kabalevsky y la Sinfonía nº 6 de Shostakovich, auténtico "tour de force", siguieron la misma línea en cuanto a sonoridad rompedora. Muy buen final para la temporada de la sinfónica asturiana.