Este 23 de junio se celebra la noche de San Juan, la noche más corta del año y también la más mágica. Pero no sólo en Asturias, en todo el mundo se cumplen rituales de este tipo en los que, eso sí, lo fundamental es el fuego.

La leyenda cuenta que el apóstol cristiano San Juan Bautista nació el día 24 junio y lo hizo protegido por unas energías mágicas provenientes del solsticio de verano. Por ello, muchos aprovechan esta noche tan especial para atraer la suerte realizando diferentes rituales. Descubre a continuación algunos de ellos:

Saltar la hoguera y quemar lo negativo

Dos de los más populares están directamente relacionados con el fuego, imprescindibles en la noche de San Juan. Muchos consideran que saltando las hogueras de San Juan mientras las llamas aún están encendidas. La tradición manda pasarlas entre siete y nueve veces a lo largo de toda la noche.

La otra es la de quemar en la hoguera una lista de las cosas negativas que quieres que salgan de tu vida. Es habitual ver cómo muchos estudiantes queman sus apuntes tras acabar el curso que suele coincidir con esta fecha.

Rituales con agua

En muchos lugares las hogueras se hacen en plena playa. Por ello, también hay rituales que tienen el agua como protagonista, como por ejemplo bañarse completamente desnudo y dando la espalda a la luna, sumergiéndose hasta 12 veces. Un baño purificador que promete darnos salud para el resto del año. El efecto de este hechizo se puede multiplicar si se salta de espaldas sobre siete olas. Además, si buscas aumentar tu fertilidad tienes que saltar dos olas más.

Plantas mágicas

Si el mar te pilla lejos puedes recurrir a las plantas para atraer la suerte en la noche de San Juan. Por ejemplo, puedes poner un helecho debajo de tu almohada. Así, el mayor de tus sueños se cumplirá. Puedes conseguir el mismo efecto con muérdago o hiedra, pero antes tienes que encender una vela que se vaya consumiendo durante toda la noche y anotar tus deseos y quemarlos al día siguiente.

Los elementos

Lo cierto es que en la cultura popular, el fuego siempre se ha catalogado como un elemento purificador. Estar cerca de él, elimina las malas vibraciones y aunque hoy predomine el ámbito festivo, lo esotérico sigue muy presente, llegándose a arrojar objetos a la hoguera para desterrar lo negativo y los malos espíritus.

Lo opuesto sería el agua, ya que mientras el fuego purifica destruyendo, el líquido elemento tiene propiedades sanativas en la cultura popular. En Asturias existe por ejemplo una tradición llamada la Flor del Rocío, donde dependiendo del pueblo se buscan las primeras aguas del rocío para obtener el amor. Además, los baños de rocío tendrían también propiedades curativas, unos efectos que se pueden obtener bañándose en el mar y recibiendo nueve olas consecutivas.

Por último, en cuanto a la tierra, también es común en la creencia popular la teoría de que las plantas tienen propiedades curativas y mágicas. Es costumbre cortar las ramas floridas del saúco y colgarlas en el exterior de las casas, para que sean bendecidas por San Juan. Para que el hechizo se cumpla, las ramas deben ser retiradas antes del amanecer. El saúco también es una planta que tiene un lugar destacado en la cultura popular como un producto con capacidades curativas. Muy en la línea de la verbena o del trébol, si bien esta última se centra más en la atracción de la fortuna.