Al mismo ritmo que ha ido creciendo la popularidad del sushi lo ha hecho la del anisakis, un parásito que puede hacer que te acuerdes mucho tiempo de ese pescado que te comiste crudo. Los riesgos de consumir este parásito son bien conocidos. Sus efectos hacen que comer pescado crudo sea una de las primeras cosas que prohíben los médicos a las mujeres que se han quedado embarazadas.

Pero la solución parecía sencilla. Todo el mundo tenía asumido que bastaba con congelar el pescado que luego se iba a consumiar crudo o semicrudo un par de días antes. Este parásito muere cuando se cocina el pescado y sigue vivo cuando se come completamente crudo, como es el caso del sushi, y también cuando se consume semicrudo. Es el caso, entre otros, de los boquerones en vinagre o las anchoas.

La realidad es que, en el caso de los frigoríficos caseros, un par de días no siempre son suficientes. Se han detectado casos de anisaki en pescados que han estado dos días en el congelador pero que no han estado sometidos a temperaturas lo suficientemente bajas. De hecho, hay congeladores que no alcanzan los suficientes grados bajo cero como para acabar con este peligroso bicho.

Por lo tanto, la recomendación es consumir el sushi en restaurantes, donde están obligados a congelar el pescado durante el tiempo necesario y con la temperatura adecuada, o hacerse con el pescado ya congelado. Otra opción es tener en casa un frigorífico que garantice temperaturas de menos de 20 grados bajo cero y dejar el pescado en el congelador unos cinco días para evitar cualquier tipo de riesgos.