Eliminar la distinción entre abusos y agresión para cualquier acto sexual en el que no exista consentimiento y la creación de un delito leve de intimidación sexual en la calle son algunas de las medidas que recoge la Ley de Protección Integral de la Libertad Sexual y para la Erradicación de las Violencias Sexuales que presentó ayer Unidos Podemos en el Congreso. Esta propuesta de la formación morada propone considerar delito leve la intimidación sexual en la calle; es decir, las "proposiciones o comportamientos de carácter sexual o sexista que, sin atentar contra la libertad sexual, creen a la víctima una situación intimidatoria". Proponen penar estos actos con multas de tres a nueve meses o con trabajos comunitarios.
Desde Podemos no ven mal la idea de la ministra de Igualdad, Carmen Calvo, de proponer que cualquier acto sexual sin un "sí" expreso se considere un delito, pero consideran que es una "voluntad política sin medidas", según la definió la portavoz de Igualdad de Podemos, la asturiana Sofía Castañón. La propuesta de ley del partido defiende que sólo el "sí es sí, aunque no se manifiesta te forma verbal". Castañón explica que su proyecto trata de terminar con la idea de que no "ejercer resistencia no quiere decir que haya consentimiento", como ocurrió con el caso de "la Manada".
Para el Partido Popular la normativa actual no es suficiente para dar respuesta a situaciones vividas pero "es un tema muy serio y no se pueden tomar decisiones improvisadas", plantea la diputada del PP por Asturias, Susana López Ares en referencia a la propuesta del Gobierno de reformar el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal para seguir un modelo similar al de Suecia. "Calvo frivoliza con el tema", cree López Ares. La clave para los populares está en equipar a los jueces de las herramientas necesarias para dar respuestas a las agresiones y conseguir la mejor cobertura para las víctimas.
