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BEATRIZ JUNQUERA | Catedrática de Emprendimiento

"Tengo aficiones y circunstancias que me hacen feliz, pero la base de mi vida son las personas"

"Hay ideas para emprender en todos los campos del conocimiento; sin embargo, no todo el mundo las puede encontrar"

Beatriz Junquera, en la plaza del Fresno de Oviedo. LUISMA MURIAS

Beatriz Junquera Cimadevilla (Meres, 1968), catedrática de Emprendimiento, soltera, vive en Gijón. Tiene una sobrina, Sara.

- ¿Qué desea para el futuro?

-Seguir haciendo lo que me gusta. Soy feliz con eso y me ha sacado de algún mal momento.

- ¿Ha tenido muchos?

-No, me repongo bien y salgo reforzada por la autocrítica introspectiva. Tengo diferentes patas en mi vida y me sostengo en una de ellas hasta que salgo.

- ¿En que patas se sostiene?

-Erich Fromm decía que, cuando conoces a una persona, te va a cambiar la vida. Pasas por diferentes personas, a unas las dejas y a otras las mantienes cerca. Hay personas que veo poco, por distancia o falta de tiempo, pero cuando las encuentro es como si no hubiera pasado tiempo y siento que las tengo ahí para echar mano de ellas si lo necesito.

- ¿Las personas son sus únicas patas?

-Tengo aficiones y circunstancias que me hacen feliz, pero la base de mi vida son las personas.

Creció con sus padres, Marino Higinio y Delfina, y su hermano Higinio y muy cerca de sus abuelos paternos en el Coto de la Felguera de Noreña.

-La infancia y la adolescencia feliz son claves para el crecimiento de las personas y afrontar problemas en el futuro. De primero de EGB a los 18 años fui inmensamente feliz. Tengo recuerdos negativos de mi maestra de Arniella. Yo era muy sensible y no quería ir.

A los 5 años fue a vivir a Nuevo Gijón. Desconfió de las Ursulinas: el edificio era grande y sus escalones muy altos.

-Fue al revés que con la maestra, pero llevaba mi "mochila" y cuando la profesora de Dibujo puso canciones pensaba: "Quiere que lo contemos para luego regañarnos. Hay que pasar desapercibida". Me preguntaban algo y respondía que no sabía porque ignoraba qué responder para no tener problemas. En Navidad ya tuve buenas notas.

- Es cautelosa.

-Sí. Una función de la escuela es que uno aprenda competencias analíticas y cuándo merece la pena decir y cuándo no.

- ¿Supo que quería ser...?

-A los 15 años me llamaron la atención las nociones de economía en Geografía. En TVE había un programa de economía al que iban intelectuales economistas que me maravillaban. Mi padrino, emigrante en Buenos Aires, tenía un sobrino que había estudiado Administración de Empresas y era mi referencia.

- ¿Quería ser profesora?

-No supe qué se hacía en la Universidad hasta que Benito Arruñada me habló del doctorado. Me gusta mucho la investigación, pero debes tener "feeling" con el tema que escoges. Mi tesis en innovación no me llenaba.

- ¿Cuándo acertó?

-En 1995 daba clase en Peritos Industriales y un estudiante me pidió que le dirigiera el proyecto fin de carrera. Eligió el tema y cuando tenía hecho el 75% me dijo que no quería seguir, que quería hacer un proyecto de dirección medioambiental.

- ¿Qué hizo?

-Bajé a hablar con el jefe de estudios, que parecía de ambiente masculino. Esperaba que dijera que no, pero me pidió un borrador para pasarlo a aprobación. No sabía nada de eso, me formé en ese asunto y me gustó. Cuando entró Jesús Ángel del Brío en el departamento aceptó hacer su trabajo en dirección medioambiental. Entonces, el tema no tenía buena acogida en el área, pero estaba en revistas académicas de primer nivel.

- ¿"Ambientes masculinos"?

-Las Ursulinas era mixto, pero de cultura netamente femenina: liderazgo negociador, cooperativo y con mano izquierda. Hay mujeres con liderazgo masculino -autoritario y menos de escuchar- y hombres con liderazgo femenino, pero no los he encontrado en la Universidad. Son dos extremos: las realidades pasan por los puntos intermedios.

- ¿Qué es emprender?

-Dirigirse al mundo percibiendo las oportunidades, saber darles forma y ponerlas en práctica. Si el emprendimiento es por cuenta ajena es intraemprendimiento.

- ¿Se enseña a emprender?

-No, pero sí las competencias que llevan a ser emprendedor.

- ¿Se nace o se hace?

-Se tiene que formar, pero hay gente que nunca llegará a ser emprendedora. No creo que los genes lo condicionen, sí los entornos y la enseñanza desde la cuna.

- Asturias no emprende.

-No se acerca a la media española, que está por debajo de la europea. No depende de la geografía, sino de las culturas. Si la cultura de lo público hubiera desencadenado el bajo emprendimiento ya estaríamos mucho mejor, dada la caída de peso de lo público desde hace tiempo.

- ¿Qué más factores hay?

-En los grupos pequeños hay tendencia a desanimar el emprendimiento: "¡Qué haces!", "Es una locura", "Sé prudente"... Hay que ser prudente, pero saltar cuando toca. Emprender por emprender no es negativo. Mis abuelas, América y Rufina, eran emprendedoras, llevaban su propia explotación y manejaban el dinero.

- ¿Y qué le decían?

-Con 10 años acompañaba a mi abuela América, que tenía puesto en el Fontán. Se iba a hacer compras, me dejaba sola y me decía: "No vendas las manzanas a menos de tanto. Las que vendas son para ti, vamos a Santa Teresa y compras un libro".

- El anterior Gobierno animaba a todos a emprender, aunque el 90% fracasa.

-Hay varias motivaciones para emprender: hacer lo que le gusta; conseguir mayor estatus social o salir del desempleo, del empleo precario o de los salarios bajos. Hay buenos técnicos sin conocimientos de qué es un negocio; personas con ideas buenas que no se atreven y gente desesperada que se lanza sin competencias.

- ¿Un chigre es emprender?

-Es crear una empresa. Emprender es encontrar una idea o una oportunidad.

- ¿Dónde hay ideas?

-En todos los campos del conocimiento, desde Humanidades hasta Ciencias de la Salud, pero no todo el mundo las puede encontrar.

- ¿Por qué los universitarios se tienen que hacer emprendedores y los empresarios no trabajan con universitarios?

-Nosotros formamos en el "debe ser", no en lo que se está haciendo. Estamos empezando, no se pasa de cero a cien de la noche a la mañana. Detrás de las empresas de vanguardia hay muchas horas y días dedicados sólo a la investigación. El esfuerzo va unido al emprendedor. No son gente que quiera una empresa para dejar de trabajar a las tres de la tarde y tener el fin de semana libre.

- Se valora mucho el fracaso.

-Yo no. Valoro la resistencia y levantarse.

- ¿En qué triunfó usted?

-En lo profesional, pese a los obstáculos, he llegado a hacer lo que me gusta con libertad. No he logrado un entorno laboral, en general, donde se expresen las ideas y se discutan por ellas mismas, no por quien las diga.

- ¿Y en lo personal?

-No encuentro el fracaso, pero sí el éxito: haber gozado de la amistad de personas que han evolucionado de forma diferente y, sin embargo, siempre están ahí.

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