El dictador Francisco Franco no lo podía permitir. No podía ser que alguien cuestionara el sangriento circo de la llamada fiesta nacional. Por eso, los responsables de propaganda no dudaron en prohibir el libro " Ferdinando, el toro "(originalmente "El cuento de Ferdinando", 1936), escrito por Munro Leaf y cuyo protagonista prefería oler las flores que desangrarse enfrentándose a un torero. Tras el revuelo generado en todo el mundo con esta historia pacifista también despreciada por Hitler, Disney, siempre atento al negocio, vio en el cuento el armazón de una obra animada que acabó cosechando un Óscar. Casi 80 años después, Carlos Saldanha dirige Ferdinand, una superproducción que recoge el espíritu de la vieja historia y que ha animado a la reedición del cuento original en un bucle literario y cinematográfico que siempre es una buena noticia para la cultura.