"Esta sentencia es un bombazo, hablamos de una resolución judicial que desarma lo que parecía inamovible: que un profesor de Conservatorio que decidiera dar conciertos no podía compatibilizar su labor docente con la concertística". Con estas palabras explicaba ayer el director de orquesta Manuel Paz, miembro de la Plataforma de Docentes, Concertistas, Compositores e Investigadores del Principado de Asturias, el posible impacto de la sentencia del Juzgado de lo contencioso-administrativo número 4 de Oviedo que ha anulado una sanción a un profesor de Conservatorio por dar un concierto en un día de permiso. Una resolución que, a juicio de los músicos y del grupo parlamentario de IU, debería precipitar la solución al conflicto que, desde hace un lustro, impide a los profesores de conservatorios y los músicos de orquestas públicas dar conciertos con otras instituciones, por una aplicación "rigurosamente estricta", a ojos de los afectados, de la ley de incompatibilidades del personal al servicio de las administraciones públicas.

La sentencia, revelada en su edición del domingo por LA NUEVA ESPAÑA, pone de relieve a ojos de los músicos la "falta de sentido común" de la aplicación estricta de la ley por parte de la Administración autonómica. Así lo defiende también el grupo parlamentario de IU en la Junta General del Principado. La diputada Concha Masa y el secretario de acción política de IU de Asturias, Juan Ponte, exigieron ayer al Gobierno autonómico, en una comparecencia junto a Manuel Paz, que articule una "solución política" al conflicto antes de que concluya la presente legislatura. Para ello, los representantes de la coalición ofrecieron su ayuda a la Consejería de Educación y Cultura, y plantearon que la salida al problema puede ser análoga a la que se articuló semanas atrás en la comunidad autónoma de Extremadura, donde también gobierna el PSOE: declarar de utilidad pública la actividad concertística de los músicos.

La presión de los músicos llevó ayer al consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso, a reconocer que los conciertos "son actividades que redundan en beneficio de los docentes y de los alumnos de los conservatorios". Por ello, avanzó Alonso, el Gobierno autonómico tiene "esbozado" un decreto "en el que seguramente trataremos ese tema, porque queremos conciliar la debida atención a los alumnos con esas actividades".

"Es de sentido común", sostiene Manuel Paz, que rechaza además los argumentos esgrimidos meses atrás por el propio Alonso, cuando trató de limitar el perjuicio de la aplicación rigurosa de la ley de incompatibilidades asegurando que una gran mayoría de las peticiones se conceden: "Yo he tenido que dejar mi trabajo en el Conservatorio de Gijón para poder dar conciertos. Y a Aarón Zapico, un tipo por el que se pegarían los conservatorios de toda Europa y América, también".