Los aficionados al ballet están de enhorabuena. Dos de los bailarines españoles más elogiados y asentados internacionalmente, la vasca Iztiar Mendizábal y el albaceteño Esteban Berlanga, bailarán juntos mañana, jueves, en el teatro Jovellanos. Son dos de las figuras del importante elenco que, coordinado y dirigido por el bailarín gijonés -también coreógrafo- Álvaro Rodríguez Piñera, protagonizará la tercera edición de la Gala Internacional de Ballet de Gijón.

Un espectáculo único por la combinación de danza clásica y contemporánea, dividido en dos partes, y con artistas de tan destacado currículum como Silvia Saint-Martin (bailarina solista del Ballet de la Ópera Nacional de París), Paul Marque (primer bailarín del Ballet de la Ópera de París), Viktorina Kapitónova (bailarina principal del Ballet de Zúrich), Dinu Tamazlacaru (bailarin principal del Ballet Estatal de Berlín), Weronika Prodyma (bailarina solista del Ballet Estatal de Berlín) y Xenia Wiest (coreógrafa y bailarina del Ballet Estatal de Berlín). Esteban Berlanga es, por su parte, bailarín principal de la Compañía Nacional de Danza.

"Hemos traído calidad y la posibilidad de ver diferentes artistas en lo mejor de sus carreras", aseguró Álvaro Rodríguez, gijonés de 1989 que dio sus primeros pasos artísticos en Karel, academia de su ciudad natal, y es hoy bailarín solista del Ballet de la Ópera de Burdeos. Una de las figuras en ascenso del fulgente firmamento de la danza española.

"Queremos que el público vea piezas que no es fácil traer a España al ser complicado conseguir los derechos; trabajos de calidad que es muy difícil ver en nuestro país tras la crisis", hizo resaltar, por su parte, Itziar Mendizábal, Nacida en Hondarribia en 1981, lleva ocho años en lo que ella misma ha calificado en alguna ocasión como el Real Madrid de los grandes conjuntos de danza -el Royal Ballet-, después de una vida consagrada a su principal pasión artística. Con 16 años bailaba ya con Víctor Ullate.

Itziar Mendizábal y Álvaro Rodríguez comparecieron ayer juntos en la gijonesa Casa de la Palmera para presentar el contenido de una gala que, con tan sólo tres ediciones, se ha consolidado como la referencia asturiana de los espectáculos estivales de ballet. "Son todos bailarines que triunfan más allá de nuestras fronteras, con coreografías elegidas con mucho mimo", indicó Teresa Sánchez, directora del teatro Jovellanos. Y más: "Álvaro ha querido siempre traer a su ciudad natal lo mejor que podemos ver en el mundo del ballet; es un espectáculo en el que podemos ver de todo: duetos, solos, tríos, clásico y contemporáneo. Ha dejado su descanso y sus vacaciones para dirigir esta gala".

El bailarín gijonés ofrecerá "Asturias", una coreografía propia que, con música de Isaac Albéniz, nació como un homenaje a la danza española y a la patria chica del artista. Y ojo, también, a las dos coreografías que ofrecerán Itziar Mendizábal y Esteban Berlanga. Traen la "Meditación de Thaïs", de Frederick Ashton, con música de Jules Massenet. Éste también inspira "Manon", de Kenneth MacMillan. Están consideradas como dos de las piezas más representativas de los mencionados coreógrafos.

Álvaro Rodríguez insistió en la idea de la dificultad que tiene el aficionado español para ver un repertorio que encierra, según explicó, una intentación pedagógica de cara a la captación de nuevos públicos. De ahí la variedad de la oferta: desde bailarines de la Ópera Nacional de París, especializados en obras clásicas, hasta danza contemporánea. Silvia Saint-Martin y Paul Marque bailarán parte del acto cuarto de "El lago de los cisnes", según la coreografía de Rudolf Nureyev. Pero Dinu Tamazlacaru ofrecerá, por ejemplo, "Les bourgeois", con música de Jacques Brel y según la coreografía que Ben Van Cauwenberg ideó en 2003 para el Ballet de Wiesbaden.

Itziar Mendizábal lamentó que, pese al apoyo del público, el ballet siga contando con escasos apoyos oficiales en España: "No puede ser que una entrada cueste doscientos euros, cuando el Royal Ballet reserva alguna entrada gratuita". Las entradas más caras en el Jovellanos, treinta euros.