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Google recluta una aplicación asturiana que inventó un buscador para empresas

Daniel Suárez, fundador de Zapiens, viaja a San Francisco de la mano del gigante tecnológico: "Para nosotros es como pasar a jugar en la NBA"

Daniel Suárez.

Con tres cajas de sidra bajo el brazo viajará Daniel Suárez a Silicon Valley. Creó hace tres años la aplicación Zapiens -conocida en sus inicios como Blunder- para hacer búsquedas dentro de las empresas y Google les echó el ojo. Ahora, el gigante tecnológico le financia un viaje a la cuna de la tecnología para participar en un campus de innovación al que sólo acuden 14 compañías de todo el mundo. A esta especie de "Gran Hermano" tecnológico para conseguir contactos y financiación sólo acuden los mejores pero, con una condición: tienen que llevar algo típico de su tierra. La comitiva asturiana llevará sidra para celebrar que una "empresina de la región pueda pasar de jugar en la liga española de baloncesto a hacerlo en la NBA", cuenta Suárez.

¿Qué tiene esta aplicación para atraer la mirada de Google? Ofrece servicios de búsqueda que interesan y preocupan, a partes iguales, al gigante de la tecnología. "Nuestro objetivo es que Google nos compre", confiesa el creador y director ejecutivo de esta aplicación asturiana que nació en Oviedo. Mientras eso ocurre, la compañía estadounidense les vigila y los acoge bajo sus alas por si algún día fuese necesario hacerse con todo lo que han conseguido. Que no es poco.

Zapiens es como un Google interno para empresas. "¿Quién se encarga de las nóminas?" o "¿quién tiene el contacto de un abogado?" son algunas de las preguntas que se pueden hacer al robot que vive dentro de Zapiens. Aprende de cada respuesta gracias a la inteligencia artificial y es capaz de detectar qué empleado tiene la respuesta a cada cuestión. Invocar a este robot que todo lo sabe es sencillo: la aplicación cuenta con un chat integrado que funciona de forma similar a los asistentes virtuales de los teléfonos móviles.

Este buscador inteligente se alimenta de los conocimientos de los usuarios. Los obtiene gracias a los cursos de formación integrados en la aplicación. Una especie de juego similar al "Trivial" que lanza a los trabajadores varias preguntas al día. De sus respuestas y sus áreas de interés, deduce quienes dominan las diferentes materias. Doble aprendizaje: mientras el trabajador recibe formación para su puesto, el robot aprende sobre él.

Grandes compañías, como Vodafone o Audi, utilizan este sistema de comunicación interna. En Asturias, la empresa de Inspección Técnica de Vehículos de Asturias (Itvasa) y la Universidad de Oviedo también utilizan Zapiens. En el ámbito educativo se encuentra el siguiente paso de esta plataforma.

Trabaja en un programa piloto para buscar talentos en las universidades a través de la aplicación. La idea es que los estudiantes "jueguen" con su app en determinadas asignaturas. Los puntos obtenidos sirven para que el profesor les evalúe pero también para que las empresas les fichen en un futuro. La idea consiste en crear convenios con diversas compañías para que accedan los perfiles de los estudiantes y puedan elegir los candidatos más idóneos para determinados puestos.

A Zapiens no le faltan proyectos pero su gran salto podría llegar con este viaje a San Francisco que les financió Google con 15.500 euros. La fundación "BlackBox Connect", destinada a potenciar a pequeños emprendedores, le ha dado la oportunidad a Zapiens y otra empresa española -la plataforma valenciana "Entrenarme", dedicada al buscar entrenadores personales- de demostrar su valía al otro lado del charco. "Nosotros, a nivel de talento, vamos servidos, pero faltan los fondos necesarios", confiesa Suárez.

Una vez allí, toca demostrar qué sabe hacer esta aplicación "made in Oviedo" durante los quince días de convivencia que dura el campus. Empresarios, inversionistas y ejecutivos del sector acudirán a esta cita que tiene lugar del 13 al 24 de agosto en una casa, al estilo de "Gran Hermano", con "startups" de Indonesia, Perú, Pakistán, Francia o Mongolia. Veremos qué tal aguantan la sidra los futuros genios de la innovación mundial.

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