El precio del cine vuelve a ser el protagonista de la película. El ministro de Cultura, José Guirao, tras aplicar una rebaja del IVA sobre las entradas del 21 al 10 por ciento a principios de julio, estudia revisar esta medida si no repercute en el precio final de los pases. Desde la organización de consumidores Facua se denuncia que sólo un tercio de los cines españoles cumple con la medida. Las salas asturianas se ciñen al guión con una rebaja de 80 céntimos. A pesar de ello, esta bajada no se nota en la afluencia de público, critican los distribuidores.
Todas las salas asturianas aplican, de media, una rebaja de 80 céntimos en las entradas -salvo los cines de Mieres y Nalón, ya que su entrada se mantiene desde hace años en 4,50 euros-. Todos redondean a la baja para ajustar el precio. Un ejemplo: el 10 por ciento de 8,70 euros -un importe común en las salas de la región- es 0,87 euros, pero no redondean a 90, sino a 80 céntimos. Este redondeo a la baja resulta mucho más obsceno en otras regiones, donde la diferencia es de 50 céntimos. Un dinero que destinan a engordar los beneficios de las empresas de exhibición.
"No se puede pasar años reivindicando razonablemente el tema del IVA y cuando llega la medida despistarse para aplicarla", reprocha Guirao a quienes tratan de inflar su cuenta de resultados con la medida. La Federación de Exhibidores (Fece) no quiso comentar las afirmaciones de Guirao. Se limitó a subrayar que la elección del precio y de cómo repercute en él la reducción del IVA corresponde a cada sala.
Desde Facua apuntan a que 38 de las 102 salas que analizaron -ninguna de ellas en Asturias- no han reducido sus precios. Del otro lado, 29 cines lo han hecho, pero menos de lo indicado. Los exhibidores de la región aseguran cumplir con la medida del Gobierno, pero explican que, de momento, no ha animado a los espectadores a acudir al cine. El buen tiempo y la falta de estrenos potentes son los responsables de que los cines de la región estén prácticamente vacíos, según sus gestores. Esperan que esta medida dé sus frutos en otoño. "Es necesario terminar con el estigma de que somos caros", claman los gestores de las salas asturianas.
El presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, espera que la situación cambie: "No queremos que los espectadores piensen que no se les favorece".
Los directores de cine asturiano ponen el foco en otro factor que merma la industria cinematográfica: la falta de ayudas públicas para producir películas. "La reducción del IVA es para los consumidores, pero no para los que realizan las películas", apunta el director Marcos Merino. Este cineasta no cree que reducir el precio de las entradas de cine sea el camino adecuado para reflotar la industria.
