El secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin, dice que el Papa está sereno a pesar de que en el Vaticano prevalece la "amargura" y la "inquietud" tras las acusaciones del ex nuncio apostólico en los Estados Unidos, Carlo María Viganò, quien solicitó públicamente la renuncia del pontífice y le acusó de encubrir los abusos sexuales de cardenal estadounidense McCarrik. El cardenal portugués de Leiria-Fátima, António Marto, se pronunció ayer sobre la carta de Viganò, que ha abierto una seria división en la curia de EE UU, epicentro de los últimos escándalos de pederastia. Marto ve en la carta del exnuncio en EE UU, Carlo Maria Viganò, "una campaña organizada por los ultraconservadores para herir de muerte" al Papa.