Mi perro se llamaba Jedi. Era un pastor belga de pelaje negro, noble y asustadizo con aquellos que no conocía. Mis padres lo trajeron a casa en 1985 y estuvo durante 13 años con nosotros. Mi padre le puso el nombre por "El retorno del Jedi", película que dos años antes había puesto punto y final a una trilogía que le había fascinado. Sus hijos también se sumaron a esa afición, retándose a duelos de sable láser imaginarios y repitiendo diálogos de Luke Skywalker o Darth Vader mientras volvían a ver por vigésima quinta vez la saga completa.
En 1999 ocurrió algo con lo que mi padre había soñado muchas veces: poder ir al cine junto a sus hijos para ver el estreno de una nueva película de "Star Wars". Con la precuela "Episodio I: La Amenaza Fantasma", George Lucas quiso contar el origen de aquella saga que había cambiado el cine de ciencia ficción para siempre. El resultado no estaba ni mucho menos a la altura de los episodios IV, V y VI, probablemente por culpa del abuso de la tecnología digital y de algunos protagonistas sin el carisma de un Harrison Ford o una Carrie Fisher. Sin embargo, fue un momento inolvidable para aquellos fans que habían formado una familia y para muchos jóvenes que fueron cautivados por la mitología jedi. Nostalgia aparte, aquellas cintas modernas que dirigió el propio Lucas ya mostraban que la franquicia no volvería a ser lo mismo. Si en el filme de 1977 los intrépidos héroes viajaban a rescatar a una princesa de las garras de un oscuro villano, en "La Amenaza Fantasma", como en sus continuaciones, había un trasfondo político y económico que se movía por encima de esa concepción del "bien" y el "mal" tan evidente de las entregas anteriores. El 30 de octubre de 2012 el cambio fue definitivo. Disney adquirió por 3.124 millones de euros Lucasfilm, o lo que es lo mismo, se hizo con los derechos de todo lo relacionado con "La guerra de las galaxias". La compañía de Mickey Mouse no tardó en confirmar que estaba preparando varias películas, entre ellas, la continuación de la saga original.
Tras el decepcionante "Episodio VII: El despertar de la Fuerza", una copia mal hecha del Episodio IV, llegó "Los últimos jedi" y esa fue la gota que colmó el vaso. Enemigos que no dan miedo, maltrato a mitos como Luke o Han Solo, personajes de relleno, una Leia con escenas voladoras que quitan el sueño? La respuesta negativa de los fans fue mayúscula. Pero no parece que Disney esté tomando nota. Este otoño está previsto el estreno de "Star Wars Resistance", una serie animada que se situará antes de los acontecimientos del Episodio VII. Su primer vistazo es tan deprimente que casi era lo esperado, con un protagonista que intenta ir de gracioso y un formato "anime" que no termina de convencer. También estamos a la espera del estreno del Episodio IX, que llegará en 2019, y de la confirmación de los spin-off que la franquicia tiene preparados. El público ha hablado y ha protestado por la calidad de las últimas entregas. ¿Hará Disney algo al respecto? Ojalá sea así y pueda disfrutar con mi hijo de la misma manera que yo lo hice de niño con mi padre.
