El mundo del cómic no se podría entender sin la editorial DC. Entre sus filas se encuentran algunos de los héroes más antiguos que se recuerdan, como Batman y Superman, y una gran cantidad de títulos que marcaron un antes y un después en el universo entre viñetas. No obstante, este gigante se ha dado de bruces con un género en el que tenía todas las papeletas para triunfar: el cine.
Todo comenzó en el año 2008. DC Entertainment, una de las empresas que forman Warner Bros, vivía un momento dulce con el éxito en taquilla de la secuela del Batman de Chistopher Nolan y Christian Bale "El caballero oscuro", en la que el fallecido Heath Ledger realizó una actuación inimitable e inolvidable del Joker. Aquel verano, Marvel estrenó "Iron Man", un filme que cambiaría para siempre las películas de superhéroes en la gran pantalla al introducir un elemento que obligaba al espectador a estar sentado en su butaca hasta el final: las escenas post créditos, con pistas sobre próximos estrenos. Un año después, para desgracia de DC, Disney adquirió Marvel por 2.800 millones de euros, y comenzó un ambicioso plan dividido en diferentes "fases" que después de 10 años ha culminado en "Vengadores: Infinty War" y su secuela (que llegará en 2019). Ha sido una década muy bien planeada en la que la "Casa de las ideas" ha presentado individualmente a sus grandes personajes con películas propias ("Capitán América", "Guardianes de la galaxia", "Pantera Negra" o "Dr. Extraño") para posteriormente juntarlos en un millonario filme que ha arrasado en taquilla y ha conquistado al público.
¿Y qué ha hecho en todo ese tiempo DC? Intentar a alcanzar a su rival con una idea similar. Tras el éxito de la trilogía del Batman de Nolan, la empresa decidió empezar de cero un universo propio en el que reunir a sus principales superhéroes. Los comienzos fueron esperanzadores, con el "Hombre de acero" de Zack Snyder, protagonizado por el nuevo Superman, Henry Cavill. Pero tras el éxito de aquel filme todo fue cuesta abajo. Primero, con la cinta "Batman vs Superman", en la que Cavill y un polémico Ben Affleck como el Caballero Oscuro se enfrentaban a un Lex Luthor sobreactuado al que dio vida Jesse Eisenberg. A continuación, llegaron los desastres: "Escuadrón suicida", con Jared Leto tratando de crear sin éxito a un Jóker igual de carismático que el de Ledger y la "Liga de la justicia", o, lo que es lo mismo, cómo reunir a todos los principales héroes de la editorial en una cinta sin pies ni cabeza.
Ahora, todos los planes de futuro de la compañía están en la cuerda floja desde que saltó a la luz que el propio Cavill, el futuro Geralt de Rivia en la serie que prepara Netflix sobre "The Witcher", podría dejar de ser Superman. Una crisis a la que se suma la entrada (otra vez) de Affleck en rehabilitación y que deja en el aire el futuro proyecto de "The Batman", una nueva película en solitario del murciélago de Gotham, así como la cinta en solitario del Joker, con Joaquin Phoenix como el príncipe payaso. ¿Volverá DC a la senda del éxito?
