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JOSÉ LUIS ARGÜELLES | Periodista y poeta

"Escribir versos es mi manera de explicarme al mundo"

"Nunca he estado de acuerdo con Valle-Inclán cuando afirmaba que el periodismo avillanaba el estilo; es un prejuicio que no se sostiene"

José Luis Argüelles. ÁNGEL GONZÁLEZ

José Luis Argüelles (Mieres, 1960), periodista de LA NUEVA ESPAÑA, publica su nuevo poemario: "Gran desconcierto". Un volumen editado por Trea que llega a las librerías cinco años después de su anterior libro de poemas, "Las erosiones" (Premio de la Crítica de la Asociación de Escritores de Asturias) y de su participación en el volumen de aforismos "Pensar por lo breve. Aforística española de entresiglos".

- ¿Por qué el gran desconcierto?

-En tiempos de grandes conciertos (este verano, sin ir más lejos, he visto anunciados decenas de ellos) y de extraordinarias transformaciones de nuestro mundo, no sé si para mejor, es una manera de expresar cierto estado intelectual y anímico bastante extendido: la desazón contemporánea. El título del libro está tomado de un conocido soneto de Fray Luis de León, en el que repasa su vida y se refiere a su "gran desconcierto" como cosa pasada. En mi caso, y en el de muchos otros, es aún una perturbadora sensación que apunta al lugar de un estrago social y personal.

- ¿Qué relación guarda este nuevo libro con otras publicaciones anteriores, de corte aforístico?

-Aunque el profesor José Ramón González me incluyó generosamente en su antología de aforística española de entre siglos, he publicado pocos aforismos y nunca en un libro. "Gran desconcierto" reúne poemas que he escrito en los últimos cinco años y, pese a la variedad estilística o métrica del conjunto, hay un hilo común: la protesta, la insumisión contra el daño y la vida dañada, según filosofaron Adorno y otros. Y la aspiración, en ese mismo sentido, a una vida social justa y a una vida personal recta.

- Tardó veinte años en publicar su segundo libro y desde entonces espacia sus poemarios. ¿Es consecuencia de una autoexigencia elevada?

-No sé, habrá quien piense que, así y todo, publico demasiado. No tengo un sentido muy desarrollado de lo que se entiende por carrera literaria. He ido siempre a mi aire, lejos de grupos y otras asociaciones de parte. Hay quien dice que esa actitud me ha perjudicado; a mí me da un poco igual. Escribir versos es mi manera de explicarme el mundo.

- En sus poemas hay referencias a Kafka, Gil de Biedma, Melville y otros, pero destaca un poema a Zagajewski y su presencia en Asturias. ¿Fue un hito, vital o creativo, esa visita?

-Zagajewski es uno de los grandes poetas europeos vivos. Insistí en esta opinión cuando tuvieron el acierto de concederle el Premio "Princesa de Asturias" de las Letras, y tuve la oportunidad de entrevistarle. La verdad es que me gustó mucho conversar con él. De aquel encuentro y del discurso que pronunció en el Campoamor surgió ese poema, "Zagajewski en Oviedo", que incluyo en este libro. Hay también toda una sección, "Pequeños poemas robados", que es resultado de la apropiación de frases, películas, cuadros o artículos ajenos. La historia de la cultura es una cadena de continuados saqueos intelectuales, así que no entiendo muy bien la actual obsesión con la tesis de Sánchez cuando hay tanto y bueno por leer. Que empiecen por Galdós, como dice el siempre genial Manuel Vilas.

- ¿Cómo conjuga su faceta de poeta y de informador?

-El periodismo me gusta mucho, así que rara vez he experimentado esa tensión que otros sufren al sentir que la tarea de informar les resta tiempo para dedicarse a la literatura. Y, además, nunca he estado de acuerdo con Valle-Inclán cuando afirmaba que el periodismo avillanaba el estilo; un prejuicio que no se sostiene. Dicho esto, poesía y periodismo ocupan campos muy distintos pese a que ambos compartan las palabras de todos: la primera explora o indaga, desde el territorio de las incertezas, las posibilidades de la lengua para cantar o contar lo que nos pasa; el segundo necesita, cuando es bueno, del dato cierto -de que lo relatado es comprobable- y suele ser resultado de un optimismo antropológico por el que pensamos que todo puede ser expresado de tal manera que resultará inteligible e interesante para los demás. La poesía es asunto de buscadores insatisfechos y el periodismo, de ciudadanos concernidos.

- Es el tiempo de la posverdad, ¿cómo puede ayudar la poesía?

-"Posverdad" es palabreja que deberíamos usar con más cuidado porque es propia de trileros, propagadores de la confusión y otros activos miembros del malevaje intelectual, político y económico. La gran poesía, que es la expresión lingüística más resistente al paso del tiempo, habita siempre la casa de la verdad. O sea, hay que leer o escuchar más poesía y evitar el ruido que suelen meter sus odiadores.

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