¿Se rasca mucho tu perro? Todo lo que debes saber sobre los picores y alergias en mascotas

Consejos, dudas frecuentes e información sobre uno de los problemas que más visitas producen a las consultas veterinarias

Pedro Pablo Mayo | Veterinario

Llega el otoño y en todos los centros veterinarios notarán un repunte de las consultas por un mismo motivo: picores y alergias. En esta estación del año se produce un pico de afectación de este problema en los perros. Muchos dueños de mascotas se percatarán de que empiezan a rascarse más de la cuenta, incluso de forma compulsiva y hasta produciéndose lesiones cutáneas. Los picores o el prurito constituyen una de las razones más frecuentes de visita a la consulta del veterinario. Y, por ello, es uno de los mayores quebraderos de cabeza para los propietarios de perros. ¿Se está rascando el perro más de la cuenta? ¿Qué se debe hacer? ¿Cuál puede ser la causa? ¿Y qué soluciones veterinarias hay?

Todas estas preguntas se responden en esta pequeña (pero completa) guía en la que los dueños de perros encontrarán todo lo que deben saber en cuanto al problema de los picores y alergias. Para ello, el veterinario Pedro Pablo Mayo, que lidia en su día a día con canes afectados por esta sintomatología en el Hospital Veterinario Nacho Menes, de Gijón, contesta a las preguntas y dudas que pueden asaltar a los dueños de perros cuando éstos comienzan a rascarse de forma compulsiva o más de la cuenta. Una información tremendamente útil dado el alto índice de canes que sufren prurito (o lo que es lo mismo, picazón o comezón) y para saber identificar el problema y cómo actuar de la forma más adecuada.

Aquí están las preguntas clave, respondidas por el veterinario Pedro Pablo Mayo.

1. ¿Cómo saber diferenciar si un perro se está rascando demasiado o lo normal?

Normalmente conocemos bien a nuestro perro y simplemente observando su comportamiento normal vamos a darnos cuenta de que la frecuencia de rascado es mucho mayor de la habitual e incluso compulsiva en ocasiones. Además, cuando un rascado es el reflejo de un problema vamos a observar que se hacen heridas en la piel mientras, que si el rascado es el normal, no. Según la causa, puede ir acompañado de otros signos como lamido de las patas, zonas rojas en la piel o pelados.

2. ¿Es el mayor motivo de consulta veterinaria?

Sin duda. Después de las visitas de prevención (vacunación y desparasitación), los problemas de rascado son el principal motivo de consulta al veterinario por enfermedad junto con los problemas digestivos.

3. ¿Qué hacer si el perro se rasca demasiado?

Debemos de acudir al veterinario porque será el reflejo de un problema que es necesario diagnosticar y tratar adecuadamente. Además, conviene no demorar la visita porque debido al rascado se auto infligen lesiones en la piel que van empeorando progresivamente y acentuando el picor, entrando en un círculo vicioso que es necesario cortar, ya que si no vamos a tardar mucho más tiempo en solucionarlo al irse agravando progresivamente las lesiones cutáneas.

4. ¿Cuál es la causa más habitual de los picores o prurito?

La causa más habitual son las alergias. Después los parásitos externos, como las pulgas y las sarnas, y las infecciones de piel.

5.¿Cuál es la incidencia de este tipo de procesos en la población canina?

Se calcula que entre un 20% y un 30% de los perros presentan alergia de diferente intensidad.

6. ¿Cuáles son las causas principales de alergia?

Hay que recordar que las causas de alergia en perros son básicamente tres: alergia a pulgas, alergia alimentaria y dermatitis atópica, y que en muchos casos puede haber una combinación de varias de estas causas.7. ¿Hay razas con mayor predisposición a este tipo de problemas?

Efectivamente, en especial a la atopia, ya que tiene un componente genético importante. Razas como el west highland white terrier, el bulldog francés, pastor alemán, maltés, golden, carlino, schnauzer, shar-pei, entre otras, presentan una mayor incidencia de cuadros alérgicos.

8. ¿Cómo se abordan estos casos inicialmente?

Ante un problema de piel del que sospechemos que tiene un origen alérgico lo primero será descartar otras causas como enfermedades parasitarias o infecciones. El diagnóstico siempre se basa en la presencia de signos clínicos compatibles y exclusión de otras causas. Hay que tener presente que las alergias son enfermedades crónicas que sólo se curan en algún caso y el objetivo del tratamiento es controlar o disminuir los signos clínicos.

9. ¿Cómo podemos tratar una alergia?

Inicialmente ante un caso de alergia debemos tener muy controlada la presencia de pulgas usando tratamientos eficaces y de modo constante a lo largo de todo el año en nuestro animal y, muchas veces, en el entorno en el que vive. Si se trata de una alergia a pulgas con estas medidas ya la tendremos controlada.

Para el diagnóstico de la alergia alimentaria, aunque hay algunos laboratorios que comercializan algunas pruebas en sangre para su diagnóstico, realmente la única forma de diagnosticarlas y de tratarlas es mediante el uso de dietas hipo alergénicas con proteínas hidrolizadas. Recientemente se ha comercializado una prueba que nos permite saber si la dieta que come nuestro perro le está produciendo alergia o no.

La dermatitis atópica o alergia ambiental es la causa más habitual y es una alergia a alérgenos que contactan con el paciente a través de la piel o vía inhalada e incluyen a los ácaros de polvo, diferentes tipos de pólenes, malas hierbas, hongos, etc. El control de la enfermedad pasa por la administración de fármacos que corten el ciclo picor-rascado. Tradicionalmente se han usado corticoides o ciclosporina, ya que los antihistamínicos en los animales no funcionan, pero desde muy recientemente existen en el mercados nuevos fármacos, disponibles para perros, muy eficaces, y sin prácticamente efectos adversos como el oclacitinib vía oral o el anticuerpo monoclonal inyectable lokivetmab; ambos van a inhibir las sustancias que produce el organismo responsables de producir el picor.

Teniendo en cuenta que los perros alérgicos tienen una alteración en la integridad de la piel y, por lo tanto, alterada su función como barrera, facilitando la aparición de infecciones y eccemas, cada vez hoy en día se le da más importancia al uso de productos orientados a favorecer la integridad de la piel, como terapias de apoyo, tales como la utilización de ácidos grasos vía "spot on" u oral, champús especiales, dietas o productos que incluyen componentes esenciales la piel.

10. ¿Podemos curar una alergia?

La alergia es una enfermedad crónica que sólo se puede curar evitando la exposición a las sustancias responsables (fácil en el caso de pulgas, alimento o alergias por contacto) o hipo sensibilizando al sistema inmunitario a través de la realización de vacunas para que el organismo no responda en caso de contacto con una de ellas. Para elaborar estas vacunas se pueden hacer análisis de sangre para confirmar primero que el perro es alérgico, saber después a qué es y en un tercer paso elaborar una vacuna. En caso de que funcionen lograremos curar el proceso o disminuir la intensidad y frecuencia de los signos clínicos.

Otra nueva opción para tratar la dermatitis atópica es la aplicación de células madre mesenquimales, que lo que van a hacer es regular la respuesta del sistema inmunitario para que al contacto con las sustancias alergénicas no se desencadenen signos clínicos. Esta es otra opción que, en caso de funcionar en nuestro paciente, van a curar la enfermedad.

11. ¿Cuáles son las peores épocas del año?

Los parásitos externos tienen más presencia desde la primavera al otoño, aunque en zonas más templadas como en la costa puede haber pulgas todo el año, por lo tanto es muy importante mantener las medidas de desparasitación rutinarias a lo largo de todo el año, especialmente si nuestro perro es alérgico.

Respecto a las alergias, hay casos que presentas síntomas todo el año y otros estacionales siendo el invierno la época de menos incidencia.

12. ¿Es muy costoso el tratamiento de una alergia?

Cada caso en particular tiene sus necesidades y el coste del tratamiento puede variar mucho en función de la intensidad de los síntomas, de si son cuadros estacionales o continuos y de la respuesta a determinados fármacos.