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Víctor Manuel lo canta todo

Los trece temas del último trabajo del compositor asturiano, "Casi nada está en su sitio", mezclan las habituales letras de carácter reivindicativo con nuevos ritmos de aires brasileños

Víctor Manuel. LAURA CARADUJE

Víctor Manuel tenía ganas de componer. Tras diez años sin publicar nuevas composiciones, las canciones se le agolparon en la mente y un buen día, después de las Navidades, se encerró en el sótano sin ventanas de su casa -donde suele componer, aislado como aquel que baja a trabajar a la mina- y lo hizo. Dio a luz su último trabajo "Casi nada está en su sitio": trece canciones en las que habla de Asturias, de España y del amor y el desamor. LA NUEVA ESPAÑA repasa, canción a canción, el resultado del furor creativo del compositor mierense. Un disco que verá la luz el próximo 5 de octubre y que agotó las entradas para su primer concierto en Avilés.

Allá arriba al Norte. El disco comienza a girar y suena una gaita. El mierense dedica el primer tema de su último trabajo a Asturias. El tejo, el pescador, la Regenta frente a la Catedral bailan en "Allá arriba al Norte", un sencillo cuyo videoclip ha sido grabado de forma íntegra en el Principado, en lugares como Cudillero, Oviedo Luanco.

Vaya regalo. Tras el que se considera el próximo himno de Asturias de Víctor Manuel, el tono se rebaja y "Vaya regalo" invita a la pausa y la reflexión. Es un canto al amor, una de esas canciones que el asturiano dedica a su mujer Pilar Cuesta, conocida como Ana Belén.

Así me siento hoy. Para componer temas más melancólicos, como este "Así me siento hoy", el mierense selecciona lo que lee o lo que escucha. En concreto, esta canción nace de escuchar grupos como la banda estadounidense de rock alternativo "Imagine Dragons".

Que vengan todos. Hace quince años murió una de las mejores amigas de Víctor Manuel. A ella, que era pura vitalidad y llenaba la casa de gente al grito de "que vengan todos", le dedica el asturiano esta canción que mezcla melancolía y alegría en su justa medida. "Si estás malherido y te mata la pena, busca un horizonte que los años vuelan..." canta con rotunidad Víctor Manuel. En su horizonte ahora sólo está la música y ensayar para los conciertos que componen la gira de su nuevo trabajo. El día 26 de octubre dará su primer concierto en Avilés, en el teatro Valdés. Una cita para la que se agotaron todas las localidades en una hora.

Elegir rumbo. La importancia de las decisiones, de elegir el camino correcto afloran en esta canción. Habla de la falta de pautas y referentes de la sociedad actual. "No preguntes quién nos salvará, solo tienes que empezar a andar y elegir rumbo", explican los versos de este tema.

No me digas. Es uno de esos boleros de toda la vida, en forma y fondo. Es fácil imaginar a Víctor Manuel sobre el escenario interpretando este tema que habla del rencor que sucede al desamor.

Digo España. Al cantante mierense le gusta España en su justa medida. Ama cosas de la tierra en la misma proporción que detesta otras. Por eso, "Digo España", aunque podría ser una canción polémica guarda un equilibrio para no ofender a nadie. Víctor Manuel la tocará en Barcelona, dentro de los conciertos de su gira, porque no cree que sea una ofensa para nadie. Más bien, es una nueva propuesta para aquellos que disfrutaron de otros temas dedicados a la patria como aquel "España, camisa blanca", que compuso en 1996 y que tantas veces cantó Ana Belén.

Cuando acabe este vals. No falta un vals en el repertorio de Víctor Manuel. "Quiero ser mano y poder ayudar", entona el asturiano en una canción amable y agradable de escuchar que habla del legado que le gustaría dejar en este mundo.

No me quieras tanto. "No me quieras tanto y dame espacio" dice este tema que podría ser una oda a la relación amorosa sana, basada en el respeto y la autonomía de dos personas que, cuando quieren, se juntan. Es un mensaje al público más joven que ven lícito cotillearle el móvil a sus parejas y se sumergen en relaciones asfixiantes que nada tienen que ver con el amor.

Cachito. Al chaval que hacía recados en el mercado de Chamartín (Madrid), donde compra Víctor Manuel habitualmente, lo llamaban "Cachito". Su nombre llamó la atención del cantante que descubrió que su apodo venía por su gran pene. A partir de ahí, el cantante compuso una historia ficticia con cierto toque picante que rompe el tono del resto de temas del disco.

Nos están preguntando. "Hay un mundo llorando, tiene sangre en los labios" dicen los primeros versos de "Nos están preguntando", un tema que habla sobre la emigración y por los prejuicios sobre quienes abandonan su país en busca de una vida mejor. Es un canto a la comprensión.

Mujer hablando con su perro. Una canción fresca y divertida suena casi para cerrar el disco. Tiene aires brasileños. Es una especie de batucada (percusión brasileña de influencias africanas) que narra el discurso de una mujer que habla con su perro por no sermonear a su hijo. Dura dos minutos y medio pero podría extenderse veinte minutos a juzgar por la retahíla de reproches que esta mujer podría hacerle a su hijo.

He cortado las flores. El último trabajo de Víctor Manuel termina a ritmo de balada con una canción recogida que sólo cuenta con el sonido de un piano y la voz del cantante. Es una de esas canciones personales a las que nos tiene acostumbrados y que suelen tener cabida en todos sus álbumes. El piano acompañado del potente mensaje del tema deja un sabor agridulce en el que lo escucha. Pero el disco vuelve a girar y arrancan de nuevo las gaitas de "Allá arriba al Norte".

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