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GONZALO TORNÉ | Escritor, traductor y editor, dirige la colección Alba Poesía

"La poesía no muerde y da muchísimas recompensas a quienes se acercan"

"Alba Clásica lleva muchos años ganándose un merecido prestigio y una colección como la nuestra levanta gran expectación y simpatía"

Gonzalo Torné.

"La poesía no muerde y da muchísimas recompensas a quienes se acercan". Consejo, pasión y desafío: así engarza Gonzalo Torné (Barcelona, 1976) su apuesta como director de la colección Alba Poesía, una propuesta joven que sigue las hondas huellas de Alba Clásica. Torné, autor de novelas aclamadas por la crítica como "Hilos de sangre" y "Años felices", es un experto en la materia, así como un traductor y editor riguroso con una visión moderna de la poesía.

- ¿El prestigio ganado por Alba Clásica es una plataforma ideal para arrancar?

-Sí, por supuesto, son muchos años ganándose un merecido prestigio. El sello tiene lectores fieles y estupenda prensa. Una colección de poesía como la nuestra levanta mucha expectación y simpatía.

- Ediciones bilingües y traducciones muy cuidadas, ¿qué requisitos se piden a un traductor de la colección?

-Pues que sea una mujer o un hombre culto, con sensibilidad e inteligencia y mucho gusto en el manejo del castellano, trabajador y cumplidor. Parece mucho, pero por suerte tenemos un plantel estupendo de traductores.

-¿Cómo debe ser una visión moderna de la poesía clásica?

-Pues tiene que sonar en castellano contemporáneo, siempre que el poeta lo permita. Es difícil, pero por suerte podemos seguir los excelentes y exigentes criterios que Luis Magrinyà lleva tanto tiempo proponiendo en las colecciones de clásicos de Alba.

-¿Por qué hay tantas obras importantes que nunca se han traducido al castellano, como la "Poesía completa" de Emily Brontë?

-Pues no lo sé muy bien. Conjeturo: aunque ahora nuestra cultura está en la órbita anglosajona hemos vivido varios siglos un poco de espaldas y queda trabajo por hacer.

-Alba Poesía no sólo abarca obras clásicas sino que pretende combinar la poesía clásica con la contemporánea. ¿Cómo se consigue esa alquimia?

-Parece una boutade, pero si la poesía es buena, se diluyen bastante las diferencias de época. Pienso que se pueden combinar bien.

-¿Con esta colección se puede animar al lector a perder el miedo a la poesía?

-Para los lectores de Alba seguro que será así, ya que estamos programando la prolongación de autores como las Brontë, cuyas novelas igual ya han leído. Vamos, que espero que el público en general se lance, la poesía no muerde y da muchísimas recompensas a quienes se acercan.

-Las primeras apuestas han sido "Poesía completa" de Emily Brontë, "Antología de poetas españolas" y "La visión del juicio / Poemas de amor", de Lord Byron. ¿Por qué?

-La "Antología" pretende llenar un silencio: la publicación de mujeres poetas. Es una manera sencilla de acceder a los mejores poemas escritos por mujeres. Una suerte de canon oculto. Emily Brontë es una grandísima poeta y es un poco escandaloso que no estuviera traducida. En cuanto a Byron, traducimos un poema muy querido por la crítica inglesa, una sátira divertidísima. Acompañada en esta ocasión por sus mejores poemas de amor, de pelaje muy variado.

-En noviembre aparece "El hombre con sudores nocturnos", de Thom Gunn.

-Es un libro muy emocionante; por un lado, aborda la crónica de la contracultura estadounidense, los experimentos con las drogas y el amor libre. Pero también registra el avance del sida. El libro contiene algunos poemas memorables sobre cómo afrontar y sobreponerse a la enfermedad, y las maneras que tienen los sanos de cuidar a los vivos. Gunn, además, es un poeta muy imaginativo, con una sensibilidad plástica maravillosa.

-El próximo año saldrá la traducción de la "Poesía completa" de Charlotte Brontë. ¿Qué une y qué separa a ambas hermanas en poesía?

-La de Emily es una poesía más inspirada y abrupta, un poco salvaje; la de Charlotte es más terrenal y matizada. Las dos son grandes visionarias. El lector encontrará en su poesía un juego de similitudes y diferencias bastante parecido al de sus novelas.

-También trabaja en la traducción de "100 Poems" de Seamus Heaney, que rescata de cierto olvido a todo un Nobel?

-Te seré sincero, estoy desando que se traduzca y se publique. Heaney es un gigante, pero su aventura editorial en castellano ha sido tan voluntariosa como errática. Creo que este libro ofrece un recorrido por lo más importante de su trayectoria, y es un libro de una vibración moral y un acierto imaginativo fascinantes.

-¿La colección prestará especial atención a la poesía escrita por mujeres?

-Sí, seguro. Confluyen dos motivos de peso. Por un lado, cierta responsabilidad autoimpuesta de darle visibilidad a escritoras de mérito un tanto orilladas; por otro, porque hay mucho bueno por traducir y publicar.

-¿Como editor se guía por sus gustos o, además, atiende a otras razones?

-El gusto es un criterio, pero también qué autores hay en el catálogo que hagan buena poesía, y qué poetas pueden encontrar a sus lectores.

-A la hora de traducir poesía, ¿qué importa más, respetar el sentido o conservar la rima?

-El sentido, el sentido. Hay muchas maneras de mantener el ritmo: los acentos, la cadencia, el gusto... pero si un traductor encuentra la manera de rimar sin que se pierda ese sentido, pues adelante.

-Lord Byron fue un poeta popular en su tiempo. ¿Triunfaría hoy en Twitter?

-Escribía buenos epigramas, pero creo que su mejor dimensión está en textos de más aliento, lo prefiero como poeta, es una suerte para todos que se dedicase.

-Los consejos suelen ser el recuerdo embalsamado de un fracaso, dijo usted. ¿Qué consejo le daría a un joven poeta?

-Que leyese mucho, que hablase mucho con otros entusiastas, que trabajase mucho, y que le diera la inspiración, en este oficio la inspiración es decisiva.

-Su novela "Años felices" tiene como protagonista a un poeta que se va a Nueva York y triunfa. ¿Qué es el triunfo en poesía?

-Escribir los mejores poemas posibles.

-Si la lectura es "una especie de conversación sofisticada", ¿con qué poetas le gusta conversar a Gonzalo Torné?

-Pues ahora mismo con Emily Brontë, Byron y los poetas de la antología, a ver qué les parece el trabajo que hemos hecho.

-¿Cuáles son sus poetas de iniciación?

-Pues en lengua catalana, que es mi idioma materno, Miquel Martí Pol, y en castellano estaría entre Machado y Gimferrer. Pero el poeta con el que aprendí lo que la poesía es capaz sería Gimferrer sin duda.

-¿Cuesta encontrar en la poesía de hoy un verso que no esté del todo muerto?

-Por porcentaje seguro que sí, pero hay poetas vivísimos. Todo lo que han publicado Luna Miguel y Unai Velasco, y los últimos libros de Vicente Monroy y Óscar García Sierra, por citar a poetas más jóvenes que yo.

-¿Traducir poesía es una forma de crear?

-Crear es una palabra igual un poco excesiva en cualquier contexto. Diría que los poetas inventan poemas y que los traductores transportan e incorporan poemas desconocidos a su idioma con un gasto inferior de imaginación.

-El año pasado murió John Ashbery y usted escribió un sentido homenaje. ¿Qué le aporta ese autor?

-Era mi poeta vivo favorito, una fuente constante de estímulo e inspiración, el "clima de mi mente", llevo fatal que se haya muerto, suerte que dejó casi mil poemas a los que volver y volver.

-Si la novela es conflicto en la mesa de los adultos, ¿qué es la poesía?

-De manera tentativa diría que quizás sea una de las mejores ideas que jamás ha tenido nadie y que se ha prolongado y diversificado en una tradición muy emocionante, que en cierta manera (como quizás lo hagan también la arquitectura o la matemática) es la medida de lo que ha sido la humanidad.

-¿Publicaría obras de autores que no le interesen, como Juan Ramón Jiménez o William Carlos Williams?

-Bueno, entre otras cosas, considero la edición como una manera de intervención crítica. La obra completa de JRJ me despierta un montón de dudas, pero aceptaría encantado el reto de imaginar una selección que me lo volviese interesante. Sería un honor.

-Como autor, ¿tiene poemas guardados en el cajón?

-Sí, ¡un libro entero! Pero son todos previos a la publicación de mi primera novela, así que más que como "autor" creo que son como amateur, y mejor que se queden así, en el cajón.

-¿Qué le habría preguntado Gil de Biedma a Eliot de haberse conocido?

-Pues no lo sé, pero me encantaría averiguarlo, y ya puestos qué bueno sería descubrir qué pensaría Eliot de los poemas de Biedma. Creo que le hubiesen maravillado.

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