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"Al menos reconocen que hubo robo de bebés", dicen las familias asturianas

Los afectados por posibles sustracciones opinan que Vela cometió un delito de trata de personas

Mercedes Caíñas muestra el informe de su hija, Carmen Hevia. SILVEIRA

Las familias asturianas que han denunciado el robo de bebés en hospitales de la región han reaccionado con temple a la absolución del doctor retirado Eduardo Vela, declarado culpable de detención ilegal, suposición de parto y falsedad en documento oficial pero libre porque los delitos ya han prescrito. "Lo importante es que se reconozca el robo de un bebé. Está claro que este caso irá a instancias superiores", asegura Juan Carlos Rivas, responsable de "Sos Bebés Robados Asturias" (que depende de la delegación de Cantabria).

Los casos en Mieres no dejan de aumentar. Hasta el momento se ha denunciado el posible robo de cuatro niños a finales de los años cincuenta. La primera en dar a conocer su caso fue Mercedes Caíñas, una mujer fuerte de la barriada minera de Murias que dio a luz en 1957. Fue el parto de su primera hija, María del Carmen Hevia Caíñas. Le dijeron que había muerto a los dos días de nacer, pero los documentos del hospital confirman que estuvo viva otros cinco días. No figura fecha ni hora del alta del bebé y no consta el parte del enterramiento. "Estoy segura de que mi hija estaba viva y que me dieron un feto para que lo enterrara", asegura Caíñas.

Es un convencimiento que ninguna sentencia puede apagar. Tampoco sus ganas de encontrar a María del Carmen: "Yo tengo la ilusión de encontrar a mi hija, y esa ni prescribe ni me la quita nadie", aseguró ayer, tras conocer la sentencia del doctor Vela. Pero la esperanza no dicta sentencias. El presidente de "SOS Bebés Robados Asturias", Juan Carlos Rivas, aseguró ayer que "desde mi punto de vista, este caso (en referencia a la demanda del doctor Vela) debería haber sido denunciado como trata de personas y no como una mera detención ilegal". No obstante, dejó claro que "aún no hay nada definitivo y esperaremos a lo que se dicte en el Tribunal Supremo para saber si estamos ante una buena o una mala noticia".

El ánimo del resto de las familias, como el de Mercedes Caíñas, permanece intacto. Después de que la mierense hiciera pública su denuncia, otra familia del concejo de Aller aseguró haber vivido una situación muy similar en el mismo año: "La caja del niño estaba vacía, estamos seguros", afirmaron. Los hermanos de unas gemelas que nacieron en 1959 en el Álvarez Buylla también las están buscando: "Mi madre murió con la pena de no saber qué les había pasado de verdad a las niñas", lamentan.

Claude Delmotte, vecino de Oviedo, ha denunciado uno de los casos más sangrantes hasta el momento: su hijo Jean François fue dado por muerto dos días después de su nacimiento, en 1980. Dos décadas después, llamaron a su casa para que se presentara en el servicio militar. Una exhumación demostró que su cuerpo no está enterrado en el cementerio de Mieres, tal y como creía la familia. Claude dijo ayer que seguirá buscando, porque esa sentencia no le quita el aliento.

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