La gran guerra de los supermercados nacionales se libra en los pequeños detalles. Las dos grandes cadenas que operan en todo el territorio (Lidl y Mercadona) han puesto en la comida para llevar sus mayores esfuerzos de expansión. Y si de comida preparada se habla el plato estrella es, sin duda, el hummus.

Este puré de garbanzos es uno de los más vendidos de la marca Hacendado (en este artículo te contamos las reacciones que provoca a diario en la web). Tanto que Lidl ha querido competir y lo ha hecho introduciendo un ingrediente secreto (que más bien es un fallo): cachos de piedra. Eso es lo que vio hace días un tuitero en la lista de ingredientes. Y lo contó en redes sociales.

La cadena no tardó en responder a través de la cuenta de su servicio de atención al cliente en Twitter (se notaba por otra parte que no era la primera vez que les llegaba la queja o el rumor por lo sucedido). Todo se debía a un simple error de traducción que, en el fondo, tenía su gracia.

Por cierto que en este vídeo te mostramos una receta más que fácil para que tú mismo puedas hacer hummus casero en 10 minutos.

La cocina de la escuela: Humus

La cocina de la escuela: Humus

El pan, el nuevo producto de deseo

Las panaderías parecen ser otra de las áreas de competición de las grandes marcas. Si hace unos días os contábamos en un artículo que puedes leer en este enlace la forma en la que Lidl ha diseñado sus nuevos supermercados en los que la zona de panadería es la primera que te encuentras nada más acceder al establecimiento, hoy tenemos otro dato que apunta hacia donde van esas tendencias de compra: la cadena ha anunciado a través de sus redes sociales la salida a la venta de nuevos panes con los que conquistar el estómago (y la cartera de paso) de sus clientes. (Aquí te contamos el cambio de la panadería del Mercadona que no ha gustado nada a sus clientes).

Las redes sociales, clave a la hora de contestar al consumidor

Las redes sociales son otra de las claves por las que están apostando los supermercados. Son herramientas que les permiten estar cerca de sus clientes y contestar a las dudas, quejas o sugerencias que vayan surgiendo. Además fomentan la venta por internet, otra de las estrategias en las que se ha establecido la guerra comercial: ninguna gran cadena se quiere quedar fuera del trozo del pastel que suponen tanto la venta a través de la página web como el reparto a domicilio sobre todo en las grandes ciudades que es, precisamente, allí donde más competencia se establece entre las grandes cadenas de supermercados.