El Papa Francisco expulsa a otros dos obispos chilenos por abuso sexual a menores, tras reunirse ayer en el Vaticano con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, en un nuevo gesto para acabar con la pederastia en la Iglesia.

Con una nota oficial, el Vaticano anunció que los obispos Francisco José Cox Huneeus, arzobispo emérito de La Serena, y Marco Antonio Órdenes Fernández, emérito de Iquique, quedan expulsados del sacerdocio (el mayor castigo que puede aplicar la iglesia católica) "como consecuencia de actos manifiestos de abusos a menores".

La pedofilia copó parte de la la reunión entre Piñera y el Papa. "Hablamos sobre la situación difícil que vive en este momento la Iglesia en Chile y compartimos la esperanza de que se pueda vivir un verdadero renacimiento y recuperar el cariño y la cercanía del pueblo de Dios", afirmó Piñera.

Por su parte el Vaticano explicó que los dos líderes abordaron "la dolorosa herida de los abusos a menores", subrayando "el compromiso de todos en la colaboración para combatir y prevenir la comisión de estos crímenes y su ocultamiento".

El Papa Francisco está empeñado en limpiar la Iglesia chilena, azotada por las denuncias de abusos sexuales a menores, y ha cesado hasta ahora a nueve obispos. Además, una treintena de obispos chilenos presentaron su renuncia en mayo tras reunirse con el pontífice.

La Fiscalía chilena investiga a más de un centenar de obispos, sacerdotes y laicos como autores o encubridores en casos de abuso sexual a menores y adultos que se extienden durante casi seis décadas.