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Anne-Hélène Suárez Girard: "Fred Vargas es culta, esquiva, inteligente y con sentido del humor, como un personaje suyo"

"La clave de su éxito es que satisface tanto al lector que busca diversión como al que quiere una alta calidad literaria"

Anne-Hélène Suárez.

Anne-Hélène Suárez Girard (Barcelona, 1960) es traductora, escritora y profesora de Lengua China Moderna y Clásica. Ganó el VI Premio de traducción "Ángel Crespo" (2003) por la traducción del francés de "Historia del pensamiento chino", de Anne Cheng, y el premio "Stendhal" de traducción por "La tercera virgen", de Fred Vargas, premio "Princesa de Asturias" de las Letras, que ha excusado su presencia en la entrega del próximo viernes. Anne-Hélène Suárez es hija del gran cineasta y escritor ovetense Gonzalo Suárez: "Asturias es uno de los paisajes de mi infancia que siempre llevo dentro y donde vuelvo mentalmente cuando necesito reconciliarme con el mundo".

- ¿Cuándo y cómo llega a ser la traductora española de Fred Vargas? ¿Conocía su obra antes o fue un descubrimiento?

-Recibí de ediciones Siruela el encargo de traducir "Sin hogar ni lugar". La editorial ya había tratado de encargarme traducciones de Vargas anteriormente, pero yo no había podido aceptar debido al doctorado que estaba haciendo entonces. Fue para mí todo un descubrimiento, una novela policiaca protagonizada por un traductor y unos historiadores sin un duro, y donde la poesía era clave, parecía hecha para mí. Luego vinieron los demás títulos, protagonizados por el comisario Adamsberg y su estrafalaria brigada, que también me encantaron.

- De las ocho novelas que ha traducido, ¿cuál llevó más tiempo y esfuerzo?

-Todas son difíciles, por lo personal de la escritura de Vargas, de la voz de cada uno de los personajes, por los elementos de poesía, los juegos de palabras, pero quizá, en este sentido, la que más me costó fue "La tercera virgen". Acabamos titulándola así en español, pero el título original era "Dans les bois éternels". El título se entendía de inmediato como "En los bosques eternos", pero no podía ser porque en él se jugaba con varias de las acepciones o referencias asociadas a la palabra bois: bosque, madera, cuerna de ciervo. Todas ellas eran esenciales en la novela, no diré por qué, esenciales para desentrañar el enigma. Tuve una idea eficaz para solucionar el problema en mi traducción, pero no resultaba comercial como título, de modo que fue preciso buscar otro con más gancho y que en la novela hiciera referencia al mismo elemento narrativo. Por otra parte, era la primera aparición del teniente Veyrenc, que hablaba en alejandrinos. Resultó muy divertido traducirlo, eso sí. El esfuerzo se vio recompensado por el premio "Stendhal" de traducción, convocado por la Fundación Consuelo Berges y otorgado por un jurado de traductores literarios. Tristemente, es un premio que desde entonces no se ha vuelto a convocar, lo cual es muy revelador en lo que respecta a la situación del oficio.

- ¿Qué aspectos de su obra le resultan más interesantes?

-El sentido del humor. Lo estrafalario y entrañable, o irritante, de muchos de sus personajes. Las intrigas, que suelen tener mucho que ver con la especialidad de la autora, que es historiadora y arqueozoóloga. La frecuente presencia de animales, a veces tan originales como los personajes. Las referencias literarias, poéticas. El disfrute que uno percibe en el uso del lenguaje, a pesar de ser novelas escritas de un tirón.

- ¿Vargas puede satisfacer tanto al lector que busca diversión como al que quiere alta calidad literaria?

-Sí, creo que es la clave de su éxito.

- ¿La ha conocido personalmente?

-No, no he tenido ocasión de conocerla. Al parecer es muy tímida y poco proclive a las apariciones en público, un tanto esquiva, pero inteligente, culta y con sentido del humor. Parece un personaje suyo.

- ¿Se preocupa mucho por el proceso de traducción o deja total libertad a las editoriales?

-Sólo puedo hablar de mi experiencia, no parece preocuparse en absoluto por el proceso de traducción, y la libertad de la editorial en lo que respecta a este aspecto es completa. Recuerdo haberle escrito, precisamente para el juego de palabras clave en "La tercera virgen", pero nunca obtuve respuesta.

- ¿Le sorprendió que no vaya a acudir a la entrega de los premios?

-No me sorprendió, por la fama que la precede. Me habría asombrado que hubiera aceptado acudir, y me habría encantado, desde luego, poder conocerla personalmente.

- ¿Qué aporta Vargas a la novela negra?

-No tiene nada que ver con la novela negra de tipo norteamericano ni, desde luego, con la de los países nórdicos. En sus obras, los juegos del lenguaje son esenciales, así como el sentido del humor, los personajes totalmente atípicos, siempre al límite de lo inverosímil, con mucha presencia de investigadores no policiales, historiadores u otros sabios, abundante presencia zoológica también, las obras de Vargas son auténticos bestiarios. En su escritura hay poesía, pero también un aspecto muy lúdico y de disfrute del lenguaje poco común en este género.

- ¿Qué exigen los textos de Vargas para ser traducidos?

-Amor al lenguaje, a la literatura, a la poesía, a los juegos de palabras. Tiempo también, algo que no suele abundar en las planificaciones editoriales. Es difícil, claro, pero también gozoso y divertido.

- Los animales son una presencia constante en sus novelas?

-Sí, hay de todo, insectos, aves, animales salvajes, animales marinos, animales antiguos, animales fabulosos. A veces son clave para resolver el caso, a veces acompañan a los personajes, son sus amigos, los caracterizan en cierto modo. Los animales dan a Vargas mucho juego metafórico y contribuyen en gran medida al humor y a la poesía de sus novelas.

- Con "La tercera virgen" ganó usted el premio "Stendhal" de traducción, ¿es quizás el trabajo más exigente?

-Fue difícil, en efecto. Había personajes de la Normandía más rural, con una manera de expresarse muy sui géneris; por otra parte, era mi primer encuentro con los policías de la brigada dirigida por el comisario Adamsberg, cada uno con su chifladura, a quienes tuve que dar voz. Eso incluía al teniente Veyrenc y sus alejandrinos. Tuve que informarme acerca de la anatomía de los ciervos, lo cual me interesó mucho. Pero lo más complicado, quizá, fue el juego de palabras que contenía el libro de magia medieval, que en el original daba título al libro y que resultaba esencial para la resolución del caso. Dicho esto, todas las novelas de Vargas contienen ese tipo de dificultades de traducción.

- Barriendo para casa, ¿no sería Gonzalo Suárez un buen cineasta para adaptar el universo de Vargas al cine?

-Desde luego. Excelente. Conectarían en poesía y en humor. Resultaría difícil trasladar fuera del ámbito francés esas situaciones y esos personajes, pero ¿por qué no?

- ¿Estuvo este verano en Lledías? ¿Qué es Asturias para usted?

-Sí, estuve, como todos los años, pero muy poco tiempo, lamentablemente. Me apasiona Asturias, y Lledías es para mí un lugar mágico y una fuente de paz y de disfrute indispensable para sentirme conectada con la naturaleza. No hay nada como zambullirse bajo las olas cantábricas, salir del agua con ocle en el pelo, llenarse de ese aire con aromas de mar y de hierba, dejar que la brisa en los árboles te limpie la mente para sentirse gozosamente vivo y renovado. Asturias es también, como ciertos lugares de Normandía y del norte de Vendée, uno de los paisajes de mi infancia que siempre llevo dentro y donde vuelvo mentalmente cuando necesito reconciliarme con el mundo.

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