Las minas del oro del Occidente de Asturias y su conexión con otros yacimientos de Galicia y el norte de León son "la mejor prueba de la intensa y sistemática exploración de recursos acometida por Roma, que implicaba un exhaustivo control territorial y un profundo conocimiento del medio". Así lo aseguran los investigadores Almudena Orejas Saco del Valle, Francisco Javier Sánchez-Palencia y José Antonio Ron, que han investigado los yacimientos arqueológicos de diversos enclaves de las tres regiones en el marco del proyecto "IVGA", que explora la dominación romana vinculada a la explotación minera en el noroeste peninsular.

Los resultados iniciales de las investigaciones de este proyecto se incluyen en el volumen "Excavaciones arqueológicas en Asturias, 2013-2016", un libro editado por la Consejería de Educación y Cultura del Principado que reúne las principales intervenciones arqueológicas de la región en el período. En concreto, se trata de 55 actuaciones realizadas por 155 profesionales, una muestra que a juicio del consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso, apunta a la paulatina "reactivación" de las excavaciones en la región "tras los duros años de crisis".

En el conjunto de las excavaciones destacan, por su volumen, las dedicadas a investigar yacimientos prehistóricos y las vinculadas a la época romana, en especial las que conectan con el Chao Samartín. En ese período, el yacimiento de Grandas de Salime fue objeto de dos intervenciones de urgencia: una para consolidar unos paneles pictóricos y otra para asegurar una estructura que corría peligro de colapsar por la tensión de una pendiente.

En el volumen también se incluyen los resultados de las últimas campañas en la cueva del Sidrón (Piloña) y los avances registrados en la excavación del Castillo de Gauzón, en el peñón de Raíces (Castrillón).