La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Karen DeYoung: "Donald Trump es básicamente un personaje televisivo"

"El periodismo se enfrenta hoy a muchos desafíos; la gente tiende a atacar las noticias que no le gustan y también al mensajero"

Karen DeYoung en el hotel de la Reconquista, ayer, tras la rueda de prensa de Alma Guillermoprieto. MIKI LÓPEZ

Entre el público, discreta, la periodista estadounidense Karen DeYoung (Florida, 1950), no se pierde ni un solo acto de Alma Guillermoprieto, premio "Princesa de Asturias" de Humanidades y Comunicación. Ha viajado desde Estados Unidos para acompañar a su amiga y colega de profesión a recoger el premio y, aunque procura pasar desapercibida, su currículo habla por sí solo. Es editora asociada para "The Washington Post", corresponsal de seguridad nacional del diario y ganadora del premio "Pulitzer" por sus reportajes de investigación.

- ¿Cómo conoció a Alma?

-Nos conocimos cubriendo la insurrección militar en Nicaragua. Yo estaba trabajando para "The Washington Post" y Alma para "The Guardian". Después, ella terminó trabajando para nosotros.

- ¿Qué destacaría de ella?

-La verdadera fuerza de Alma es su forma de entender el periodismo, que es lo que la ha traído hasta aquí. El premio es un gran honor para ella y se lo merece. Estoy encantada de ver la cantidad de gente que viene a verla y el amplio abanico de hispanohablantes que llega. Nunca había estado aquí antes, es un lugar fabuloso.

- Alma es optimista sobre el papel del periodismo en la actualidad, ¿y usted?

-Yo estoy de acuerdo con ella, a pesar de que tenemos que enfrentarnos a muchos desafíos hoy en día. Aunque no existe un riesgo físico, sí tenemos que luchar, por ejemplo, contra las noticias falsas. Además, hoy la gente tiende a atacar las noticias que no le gustan y también al mensajero. Al mismo tiempo, también encontramos un gran reto con la aparición de las redes sociales y la cantidad de maneras que la gente tiene para consumir noticias. Antes teníamos los periódicos, las televisiones y las radios; ahora hay un número incalculable de plataformas. Pero tenemos que ver esto como un reto positivo para nosotros. Nos permite extendernos a más gente. Nos leen más personas, comparten nuestras noticias y comentan. Aunque eso a veces no resulta tan bueno porque algunas personas tienden a decir cosas que nunca te dirían en persona.

- En los medios hoy prima la inmediatez, ¿cómo afecta esto al periodismo?

-Mi forma de trabajar, más aún en "The Washington Post", es pensar que siempre puedes encontrar algo más, investigar más, encontrar más entrevistas, pero también sientes más presión para interpretar o darle más peso y contexto a la información porque hay mucha competencia. Yo necesito encontrar mucha gente que me diga que algo es cierto pero, al mismo tiempo, la gente como yo tiene que reinventarse. Tienes que ser capaz de ser más inmediato. Entonces yo me digo: vale, puedo escribir cinco párrafos ahora y añadir 2.000 palabras después. Aunque la gente que necesita leer esos cinco párrafos no es la misma que necesita leer el reportaje completo.

- ¿Cómo es la relación de los medios de comunicación en Estados Unidos con Donald Trump?

-Es muy dura. El presidente Trump es básicamente un personaje televisivo. Él sabe muy bien cómo llamar la atención de la gente que lo apoya y es muy ágil con los medios de comunicación. Creo que es más abierto a los medios que cualquier otro presidente anterior. El siempre está en actos públicos, por lo que puedes plantearle cuestiones de actualidad. A veces su reacción es muy sofisticada y, otras, te puede meter en problemas... Trump tiene una doble visión de los medios. Por un lado, ve útil ser crítico públicamente con ellos. Yo creo que porque piensa que los medios no le apoyan, aunque está claro que esa no es la función de nuestra profesión. Al mismo tiempo, Trump encuentra a los medios muy útiles y sabe cómo manipularlos para conseguir lo que él quiere.

- ¿Qué visión se tiene en Estados Unidos de España?

-Tristemente la gente en Estados Unidos no conoce nada del resto del mundo. Si les preguntas por la política, economía o historia de España, quizá no sabrían responder.

- ¿Y el tema de Cataluña?

-Este tema sí se ha seguido allí y ha sorprendido mucho, pero no se tiene un conocimiento profundo de lo que ocurre. Yo creo que a la gente le encanta venir a España y no tienen una visión negativa del país, pero no saben mucho más.

Compartir el artículo

stats