Como si fuera uno de esos añorados programas dobles de los grandes cines del pasado, la fábrica de La Vega, convertida esta semana en un gran centro temático sobre la obra de Martin Scorsese, propuso ayer dos sesiones consecutivas que exploraron la teoría y la práctica del cine del neoyorquino. El director y guionista Samu Fuentes se encargó de la práctica con la última sesión del taller "La fórmula Scorsese". Fuentes recreó escenas de las películas más conocidas del neoyorquino para enseñar a los participantes la manera en la que arma los planos y monta las secuencias. Nada más terminar el taller, en el mismo espacio del almacén de La Vega, dio inicio el debate "Scorsese en esencia", moderado por el filósofo Juan Jesús Alonso y en el que participaron el abogado y crítico de cine Eduardo Torres-Dulce, el crítico y ensayista Carlos Losilla, y el académico de la Real Academia de la Historia Luis Alberto de Cuenca. Torres-Dulce sintetizó el sentir de los ponentes al afirmar que "Scorsese es un gran clásico" que "supo coger la tradición del cine americano y mezclarlo con las vanguardias europeas". Álvaro Rengifo, presidente de la ONG Amref Salud África-España, estaba entre los asistentes al debate.